La agricultura bajo invernadero de esta provincia es, desde hace décadas, el mayor modelo de agricultura familiar de éxito y uno de los principales modelos cooperativos del mundo. Su carácter intensivo y su rentabilidad hacen de este sector un gran generador de empleo y de riqueza, como han vuelto a demostrar las cifras al cierre de la pasada campaña, alcanzando el mejor superávit comercial andaluz en la balanza exterior. Un liderazgo que se sostiene, además de en el trabajo incansable de miles de agricultores y en el buen hacer de las empresas de comercialización, en la permanente investigación agroalimentaria, en la innovación tecnológica aplicada y en una constante transferencia del conocimiento científico y técnico.

Este marcado carácter innovador encaja a la perfección con las estrategias de la política del Gobierno en materia agroalimentaria: la innovación y la digitalización constituyen un eje transversal en el Plan Estratégico Nacional de la Política Agraria Común y unas de las líneas principales de actuaciones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y del PERTE Agroalimentario, financiados con fondos europeos Next Generation.

Junto a la digitalización y al relevo generacional, el impulso de un sistema de regadíos sostenible es una de las claves para incrementar la competitividad del sector agrícola. A pesar de que Almería es ejemplo en el uso eficiente de los recursos hídricos –la huella hídrica per cápita en esta provincia es 20 veces menor que la media nacional- queda margen de mejora y necesitamos seguir buscando soluciones al problema del agua.

Compromiso del Gobierno

El compromiso del Gobierno de España con esta provincia es absoluto en esta materia. Hace unos meses, se firmaron en Almería los primeros convenios entre la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa) y comunidades de regantes para acometer obras de modernización de regadíos incluidas en el PRTR, proyectos que suman una inversión pública cercana a los 52 millones de euros. Junto a ellos, otros como la reparación y posterior puesta en marcha de la planta desaladora del Bajo Almanzora, están ya en marcha, al igual que las obras de protección de la planta desaladora, que comenzarán previsiblemente este otoño. Igualmente, está prevista la mejora de la eficiencia energética de la desaladora de Carboneras y la ampliación de la desaladora de Balerma. Ambos proyectos están actualmente en la fase de redacción.

Por otra parte, entre los retos de futuro, está también el desarrollo de proyectos que reduzcan la huella de carbono en el transporte, como es el caso del ferrocarril. La finalización del Corredor Mediterráneo y la puesta en marcha del tramo Almería-Murcia en 2026 es una total prioridad para este Gobierno. Los compromisos y la voluntad política se demuestran con hechos y los hechos son que, a día de hoy, todos los tramos que discurren por Almería están finalizados, en obras o adjudicados. En los próximos meses, además, habrá avances significativos en las redacciones de los proyectos de integración en Lorca, la segunda fase de la integración en Almería y el ramal Pulpí-Águilas. Todo ello supone que del presupuesto total de la obra de AVE entre Murcia y Almería, 3.300 M€, ya se ha ejecutado un tercio, 1.065M€.

Desde la Subdelegación del Gobierno de España en Almería seguiremos trabajando para el desarrollo y finalización de todos estos proyectos, en la tarea de lograr un futuro más justo, sostenible y rentable para el sector agroalimentario (y pesquero), con el principal objetivo de que siga jugando el relevante papel que ya tiene en la economía almeriense, española y a nivel internacional.