Opinión

La fortuna de Almería es su horticultura

  • Andalucía lograba en 2021 un récord histórico en exportaciones agroalimentarias, donde la labor del sector almeriense incidió de forma brutal con ventas al exterior

Agricultores y técnicos en Balanegra.

Agricultores y técnicos en Balanegra. / (Balanegra)

En la actualidad, esta ciudad del sureste que requiere de una mayor atención y puesta en valor, es uno de los enclaves agrícolas con más relevancia dentro del marco comercial europeo. La agricultura tiene parte de sus raíces en Almería, y para gran parte de la población almeriense es parte de su vida. Son muchas las familias que han visto crecer a sus hijos en el invernadero, donde una caja de tomates ha sido su mayor entretenimiento. Por ello, el valor de la agricultura en la provincia va más allá de cuestiones económicas, es una forma de vida y un compromiso con la delicadeza y el cariño con el que miman sus productos.

Andalucía lograba en 2021 un récord histórico en exportaciones agroalimentarias, donde la labor del sector almeriense incidió de forma brutal con ventas al exterior por un importe de casi 3.500 millones de euros en 2021, un 8,4% más que en el conjunto del año 2020, liderando una vez más gracias al sacrificio y esfuerzo de estos trabajadores del campo. Podríamos afirmar que la agricultura almeriense asume parte de esta renovación económica y social; generando así empleo en la provincia para miles de familias y aportando una horticultura que seguimos construyendo día a día.

De esta forma, el sector agro representa más del 20% de la economía de la provincia; y durante el primer trimestre de 2022 alcanzaba un 58% en cuanto a su representación en exportaciones andaluzas, alcanzando entorno los 1.400 millones de euros. Estas cifras constatan el crecimiento de Almería por encima de la media y ratifican la necesidad de poner en valor este sector, debido a su liderazgo con respecto al resto del país.

Asimismo, el sector ha evolucionado y eso es una realidad; el perfil del agricultor se ha visto obligado a renovarse. Ser agricultor no es fácil, nuestro modelo ha cambiado mucho en estos años; nos hemos profesionalizado y hemos realizado un esfuerzo brutal por ser la huerta de Europa y mantenernos en este entorno donde abunda una competencia feroz. Conceptos como la sostenibilidad, el déficit hídrico, modernización, globalización o innovación forman parte de nuestro día a día y hemos tenido que afrontarlos para garantizar nuestra supervivencia.

En la misma línea, es precisa una formación que se aplique en una correcta gestión empresarial y un plan de negocios eficaz para las explotaciones. Los agricultores almerienses recalcan la añoranza de un relevo generacional que apliquen esos cambios y estén dispuestos a mejorarlos. Por ello es fundamental hacer hincapié en que los jóvenes comiencen a tomar las riendas, a saber que tienen en su mano la responsabilidad del futuro de nuestro campo y que tienen que aprovechar la formación e información de la que hoy pueden disponer, y que seguramente sus padres y abuelos no tuvieron.

Millones de personas en España se dedican a la agricultura y ganadería familiar, siendo esta cada vez más propensa a una desaparición. Por lo que resulta vital poner a su vez de relieve el valor que supone la cabaña ganadera para nuestra provincia, en la que se encuentran registradas más de 3.500 explotaciones y más de un millón de cabezas de ganado. Nuestra ganadería supone una pieza clave para Almería y sobre todo para todos los municipios del interior, donde genera miles de puestos de trabajo y contribuye a poner freno a la despoblación.

Los agricultores y ganaderos juegan un papel crucial para que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, eficientes y sostenibles

Sin embargo, la necesidad de llenar una España vaciada es una realidad, ya que los agricultores y ganaderos familiares juegan un papel crucial a la hora de alcanzar que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, eficientes y sostenibles. No obstante, considero que el sector agrario en Almería tiene muchos retos que cumplir, entre ellos recuperar la rentabilidad que ha perdido en estos años, para que los agricultores obtengan de su labor una rentabilidad digna que les permita seguir trabajando como hasta ahora. De hecho si eso no se palía, cada año será más difícil ese ansiado relevo generacional.

Por este motivo, debido a que parte de la fortuna de Almería es su horticultura, es nuestra tarea conseguir la incorporación de los jóvenes y las mujeres en el mundo rural. De hecho, la agricultura familiar solo podrá sostenerse si obtiene un mayor reconocimiento, y le destinan ayudas para proteger las explotaciones y a sus agricultores. Solo de esta manera, la dedicación agraria estará mimetizada a la tierra y a los valores rurales de esta provincia.

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