Opinión

Frutas y hortalizas, elementos de fidelización del consumo

  • Para las cadenas de supermercados, estos productos son cada vez más estratégicos, ya que tienen mucho peso dentro de las cestas de nuestros clientes

frutas-de-verano-

frutas-de-verano-

España es definida como la huerta de Europa y como el principal exportador de productos hortofrutícolas del continente. Y es que, gracias a su clima y a la disponibilidad de recursos naturales, el sector de la agricultura constituye uno de sus principales motores socioeconómicos. Según los datos del último informe de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), la producción hortofrutícola española se sitúa alrededor de 27 millones de toneladas, el 54% corresponde a hortalizas mientras que el 38% a frutas.

Dentro del territorio nacional, Almería y Murcia son consideradas la huerta de España. Y es que, su localización y la profesionalidad de los productores les permite cosechar una gran variedad de frutas y hortalizas, en las variedades y momentos en que los mercados los necesitan; lo que les ha permitido constituirse como dos grandes referentes del sector, no sólo en producción sino también en técnicas de cultivo, innovación y profesionalidad. El cambio climático, con la evolución meteorológica de este último año, pone de manifiesto la importancia de tecnologías de precisión asociadas a la producción agraria como grandes aliadas.

Para las cadenas de supermercados, estos productos son cada vez más estratégicos, ya que cada vez tienen más peso dentro de la cesta de nuestros clientes. El porcentaje que supone el producto fresco dentro de la facturación total de la distribución, y en particular, el porcentaje de frutas y hortalizas es creciente de año en año. Además, el espacio destinado a su comercialización también es mayor. Y, son productos que generan una gran frecuencia de compra. Por lo tanto, si se consigue dar con el surtido –en variedad, calidad y precio- que piden los clientes, las frutas y las hortalizas acaban siendo también elementos de fidelización de las tiendas.

Por ello, entendemos que sigue habiendo grandes oportunidades para apoyar y potenciar la producción agroalimentaria nacional, sobre la base de las 3 palancas fundamentales del consumo: salud, placer y conveniencia. Además, tenemos que seguir trabajando con los diferentes proveedores alimentarios para afrontar los grandes retos que tenemos por delante en este cambiante escenario económico, social, político y geoestratégico.

Reto prioritario

La sostenibilidad será una pieza clave para esta transformación. Es prioritaria la integración de aspectos ambientales en el diseño y desarrollo del producto con el objetivo de reducir los impactos ambientales adversos a lo largo del ciclo de vida. Igual que la adecuada conjugación de la sostenibilidad en sus tres vertientes: medioambiental, social y económica; todas relevantes para la competitividad de las empresas que representamos y en las que venimos trabajando de forma incansable en los últimos años. Por otra parte, tenemos que responder a las demandas del consumidor en línea con lo recogido con la estrategia de la “granja a la mesa” potenciando la producción ecológica y la comercialización de productos de proximidad.

En lo que se refiere a frutas y hortalizas, tenemos un desafío singular que tenemos que afrontar, provocado por la regulación de la normativa de residuos y de envases que actualmente se está elaborando. Las restricciones a la venta de productos envasados y los crecientes costes asociados para estos productos, como los que establece la Directiva de plásticos de un solo uso, el impuesto a los envases de plástico, o las obligaciones de venta a granel para el comercio minorista, pueden afectar muy directamente a muchos modelos de negocio en la producción y en la comercialización. Es imprescindible que el sector productor sea capaz también de hacer valer ante las administraciones la necesidad de que las medidas medioambientales sean muy justificadas y proporcionadas para no perjudicar al sector productivo ni al propio consumidor.

Otro reto en el que se está trabajando es la lucha contra la obesidad infantil, donde el pasado junio se presentó el “Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030”, que tiene como objetivo garantizar el derecho a la salud de todos los niños y adolescentes. Un reto en el que los productos como frutas y hortalizas tienen un papel imprescindible para el desarrollo de una dieta sana y saludable. Por ello, es necesario contar con un sector agrícola fuerte.

Para afrontar estos retos, desde ACES seguiremos colaborando activamente con las administraciones públicas y las organizaciones de productores agrarios en obtener los logros necesarios para afrontar el futuro con garantías de éxito. Además, nuestros asociados seguirán poniendo en valor nuestra producción agroalimentaria en un mercado muy competitivo, tratando de mejorar la percepción del valor de los productos frescos, especialmente frutas y hortalizas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios