Jerez

“La pirotecnia de ahora es salvaje”

Un petardo a punto de ser encendido con un mechero.

Un petardo a punto de ser encendido con un mechero. / Manuel Aranda

Jerez ya está de fiesta por la Navidad. Diciembre trae villancicos, polvorones, panderetas, abrazos alrededor de una zambomba, un centro iluminado y, por desgracia, con la Navidad también llega el uso sin control de los petardos.

A la espera de que el Ayuntamiento actualice el bando municipal que regula la normativa establecida en materia de explosivos, y más concretamente de la venta, suministro y uso de material pirotécnico, muchas familias ya temen el ruido que provocan los petardos.

En años anteriores, el bando establece que la manipulación o disparo de cohetes, petardos y en general fuegos artificiales “está prohibida salvo que se cuente con autorización municipal expresa. En todo caso se deberán tomar las precauciones debidas para evitar accidentes y molestias a las personas en vías y espacios públicos dentro del término municipal”. Se especifica además que “la infracción de la misma comportará la incoación del oportuno expediente sancionador y la incautación del material pirotécnico, incluyendo aquellas partidas encontradas en establecimientos o puntos de ventas no autorizados”.

En el bando se establece, por regla general, la prohibición expresa de venta y suministro de material pirotécnico “en aquellos establecimientos que no cuenten con las preceptivas licencias gubernativa y municipal”.

En otros años, el bando exponía que para la adquisición de este tipo de productos se habrá de contar con las siguientes edades mínimas (habrá que ver si este año son las mismas o cambian). Por ejemplo, “se podrá vender a mayores de 12 años artificios de pirotecnia de muy baja peligrosidad y de nivel de ruido insignificante destinados a ser usados en zonas delimitadas, incluidos los productos destinados a ser usados dentro de edificios residenciales”.

Hay que destacar que el uso incontrolado de petardos y cohetes provoca que cada año niños y adultos acudan a urgencias para ser atendidos por mutilaciones, fracturas, heridas, lesiones oculares con perforación y penetración de cuerpos extraños, hipoacusia por perforación del tímpano y quemaduras de diversa consideración.

Pero no sólo son las heridas las que ‘duelen’. Cabe recordar que el ruido provocado por la pirotecnia afecta sobremanera a bebés, animales y personas con hipersensibilidad sensorial. Desde la Asociación Autismo Cádiz-Jerez subrayan que “a cualquiera que le explote cerca un petardo sin esperarlo le asusta, pues más cuando se trata de personas con sensibilidad”. Este tipo de pirotecnia poco controlada, por la calle, que usa cualquiera es lo más perjudicial por la hipersensibilidad y porque no es algo esperado.

Desde la Confederación Autismo España recuerdan que a las personas con autismo con hipersensibilidad auditiva, la pirotecnia les genera estrés y ansiedad. Así que abogan por celebrar una Navidad pensando en el bienestar de todos.

Desde la protectora ‘No me abandones’, su presidenta Fátima González señala que “la pirotecnia que hay ahora en Jerez es salvaje. El daño que hace a los animales es tremendo, les causa auténtico pánico”. “Esto hace que los perros de la protectora tiemblen como hojitas, lloren, intenten escaparse... Más de uno se ha escapado por rejas que es imposible pasar, pero el miedo hace que se hagan daño por escapar. Es terrorífico que en una sociedad civilizada sigamos haciendo esto”, subraya González.

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