Crisis sanitaria

Promover la inmunidad de rebaño contra el coronavirus habría causado 400.000 muertos en España

  • El jefe de Medicina Preventiva del Ramón y Cajal afirma que "no es aceptable ni ética ni epidemiológicamente" esta estrategia

Un investigador, en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus.

Un investigador, en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus. / EFE

Promover la inmunidad natural grupal o de rebaño contra el coronavirus "no es aceptable, ni ética ni epidemiológicamente", ya que alcanzar un 60% de la población inmunizada de esta manera supondría en España unos 400.000 fallecidos, según el jefe de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, el epidemiólogo Jesús María Aranaz. A su juicio, la estrategia de algunos países de aprovechar la inmunidad de rebaño de forma natural como forma de combatir el coronavirus supone "una barbaridad" por la alta letalidad de este patógeno.

Aranaz precisó que la inmunidad de grupo se alcanza de manera natural cuando entre el 50% y el 66 % de la población han superado una enfermedad infecciosa que se transmite entre personas, lo que detiene su propagación entre la comunidad. Subrayó que "no es deseable" que un alto porcentaje de la población se infecte para conseguir la inmunidad de grupo porque la Covid-19 es una enfermedad que tiene graves complicaciones, no sólo en las personas mayores o vulnerables.

Según el último estudio de prevalencia de Sanidad, cerca del 6% de los españoles tienen aparentemente inmunidad, lo que ha supuesto más de 40.000 muertos, de acuerdo con el Instituto Carlos III, por lo que lograr el 60% de inmunizados supondría perder a 400.000 personas, estimó Aranaz.

Esta inmunidad de rebaño también se puede adquirir mediante la vacunación, precisó, pero para que sea efectiva depende de diversos factores, como la afectación de la infección dentro de cada territorio. Este epidemiólogo incidió en que los test serológicos del anticuerpo IgG detectan si una persona ha tenido la infección, pero esto "no es garantía de que esté protegido". Abundó en que esa garantía la da tener anticuerpos que neutralicen el virus, "pero esto no se ve en los análisis serológicos" y, además, en el caso del virus SARS-CoV-2, "todavía se desconoce la duración de la inmunidad".

Aranaz apuntó que se necesita estudiar más qué papel tienen los individuos asintomáticos en la evolución de la pandemia, puesto que en ellos no necesariamente se podría detectar IgG, "pero podrían tener un nivel de inmunidad celular suficiente y que es desconocido". Por otro lado, consideró que si la inmunidad es transitoria, el virus probablemente entrará en un tipo de circulación irregular, causando brotes cada cierto tiempo, de modo que sólo dejará de circular en el caso de que la inmunidad sea permanente.

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