Sociedad

Una tercera víctima declara por los abusos sexuales del monje de Montserrat

  • El abad traslada a la comisión independiente datos de nuevos casos vinculados con Andreu Soler

Bernat Juliol, portavoz de la abadía de Montserrat.

Bernat Juliol, portavoz de la abadía de Montserrat. / EP

Un hombre de 63 años ha revelado que en 1971, cuando era un adolescente, sufrió abusos sexuales del monje de la abadía de Montserrat Andreu Soler, quien falleció en 2008 tras estar 40 años al frente del grupo escultista del monasterio, con lo que se convierte en la tercera víctima que denuncia estos hechos.

En declaraciones a El Periódico, J. R. Martínez, nacido en Almería en 1955, afirma que llegó a Montserrat en 1970 para trabajar en el monasterio durante el verano, y que entre ese año y 1975 acudió a la abadía en la época estival para ayudar a los monjes.

Al igual que las otras dos personas que anteriormente denunciaron al monje Soler, Martínez relata que una noche el religioso se introdujo en su cama y le hizo tocamientos en los genitales con la excusa de hablarle de la masturbación mientras le instaba a no caer en la tentación.

Martínez indica que a partir de entonces trató de evitar al hermano Soler y de "olvidar" el episodio, y aunque asevera que no le ha quedado "ninguna secuela" de aquel momento, "por más años que hayan pasado, lo tengo presente".

También recuerda que "entre los compañeros se daba por descontado que Soler tenía la mano suelta", y dice no explicarse "por qué nadie en Montserrat intervino" pues "resultaba evidente que dejarlo a cargo de los jóvenes no era adecuado".

Con este son tres los testimonios que revelan haber sido víctimas del monje Andreu Soler cuando eran adolescentes, después de que la pasada semana revelara su caso Miguel Hurtado, un psiquiatra residente en Londres que sostiene que el clérigo abusó de él cuando formaba parte del movimiento 'scout' de Montserrat.

El diario Ara dio a conocer ayer un segundo caso, el de Ricard Zamora, que en la actualidad tiene 55 años y que asegura que en 1997 o 1998, cuando tenía 15 o 16 años, el religioso se metió en su cama y le realizó tocamientos en los genitales.

Zamora reconoce que entonces se quedó en estado de shock y que, una vez que el sacerdote abandonó la habitación, decidió huir del monasterio por la ventana del cuarto, pese a lo cual asegura que esta vivencia no le ha comportado "ningún trauma" y que ha llegado incluso a tomárselo "con humor".

La abadía de Montserrat, que hasta ahora solo tenía constancia de la denuncia de Miguel Hurtado, realizada por primera vez hace 20 años, señala que todas las nuevas denuncias se analizarán en la comisión independiente creada esta misma semana para estudiar posibles casos de abusos a menores en la comunidad benedictina.

Esta comisión ha puesto a disposición de quien lo desee el correo electrónico transparencia.montserrat@gmail.com. a la que se puede enviar cualquier información sobre hechos relacionados con el tema de abusos sexuales a menores vinculados a Montserrat.

El abad de Montserrat, Josep María Soler, ha trasladado a la comisión independiente que creó la pasada semana la comunidad benedictina los datos e informaciones de las nuevas presuntas víctimas del monje Andreu Soler -tres hasta ahora- para que las analice y las incluya en el informe que elaborará.

El portavoz del monasterio, el padre Bernat Juliol, ha explicado a Efe que sobre los dos nuevos casos de presuntos abusos que han aparecido en la prensa el monasterio "no tenía ningún conocimiento de los mismos ni existía ninguna denuncia al respecto".

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