Se acerca el verano y con ello meses en los que el mercado laboral suele abrirse para sustituciones, incorporaciones o futuras novedades. Es el momento que muchos esperan para mostrar sus credenciales de cara al futuro. Tener buenos contactos y el Curriculum Vitae preparado para presentarlo en diferentes empresas es importante. Y saber cómo presentarte y presentarlo en cada circunstancia. También cuando, a priori, no cuentas con la experiencia suficiente para determinados puestos de trabajo ¿Qué debes poner en el CV si no tienes experiencia? Aquí os lo explicamos.

Sin duda alguna tener experiencia es uno de los factores que más nos legitima a la hora de afrontar el proceso de selección en cualquier empresa. Demostrar que has desempeñado ciertas funciones a lo largo de los años es, casi siempre, garantía de que puedes ser una persona válida para continuar con dichas funciones (o similares) en otra empresa. Luego habría que ver el proceso de adaptación a un nuevo entorno para ver si en rendimiento crece, se estanca o baja pero a priori la garantía está ahí. 

Factores a tener en cuenta en el CV

La falta de oportunidades laborales en la última década ha condenado al ostracismo laboral a miles de jóvenes que tienen aptitudes y habilidades pero no han conseguido acumular experiencia laboral y ahora necesitan claves para que el CV destaque en los tres primeros segundos de lectura. Al principio de nuestra carrera o cuando llevamos pocos años trabajando, la experiencia que podemos aportar no es mucha. Es entonces cuando tres aspectos toman especial relevancia a la hora de completar el CV que preparemos:

1. El formato del Curriculum Vitae: no todos los modelos de CV son iguales. Ante la falta de experiencia es mejor presentar un currículo informativo que uno cronológico, destacando lo más relevante.
2. Destacar las experiencias vitales: aunque no se te hayan abierto las puertas del mercado laboral como a ti te hubiera gustado seguro que has vivido experiencias vitales enriquecedoras que te han servido para forjar un carácter que suman a la hora de afrontar retos como trabajar en una nueva empresa. Actividades deportivas, entrenando a niños pequeños, transmitiendo valores y ejerciendo de nexo de unión de un grupo, funciones de voluntariado, demostrando solidaridad, empatía y esfuerzo hacia los demás de manera altruista, viajes o estancias en países extranjeros que aportan madurez y perspectiva. Todo suma a la hora de valorar tu candidatura a un puesto de trabajo.
3. Formación: por último, aunque posiblemente lo más importante, debemos destacar los aspectos más relevantes de nuestro plano formativo. Ante la ausencia de experiencia profesional podemos demostrar que no hemos parado de formarnos, buscando especializaciones o mayor variedad de idiomas. El CV no sólo debe incluir los estudios convencionales, sino también la formación,  subrayando todos los elementos que te llevan a creer que eres capaz de desempeñar el trabajo al que optas. Todo ello podría llamar la atención de los reclutadores de talento y, quién sabe, abrirte las puertas de ese primer empleo que te ayude a empezar a llenar tu currículo de experiencia.