Sociedad

El maquinista del choque de cercanías de Madrid perdió los nervios

  • El conductor del tren inició la marcha atrás al aporrear los viajeros, que esperaban en el andén, la puerta.

Al maquinista del tren de Cercanías que chocó con otro en la estación de Aluche, en Madrid, el pasado 6 de junio "le traicionaron los nervios" al aporrear la puerta los pasajeros y tirar del sistema de alarma.

Fuentes del colectivo de maquinistas explicaron que, pendiente de los resultados finales de la investigación, la secuencia de los hechos fue la siguiente: el tren paró en la estación de Aluche, pero no abrió las puertas.

Según el vídeo del puesto de mando de Adif el tren paró en Aluche un minuto y medio, como es reglamentario, pero el maquinista no activó el sistema de desbloqueo de puertas, que permite a los pasajeros abrirlas, agregaron las fuentes.

Al retomar la marcha, los pasajeros empezaron a aporrear violentamente la puerta que les separa del maquinista y, además, uno de ellos accionó el sistema de alarma.

Sobre las siete y media de la mañana-hora en que sucedió el accidente- no viajan muchas personas en la línea C5 en el trayecto de Aluche a Móstoles, aunque sí es hora punta en dirección contraria, es decir hacia Madrid.

Por ello sólo fueron atendidas por los servicios sanitarios unas sesenta personas entre los dos trenes, "seguramente casi todos los pasajeros que iban en ellos. Por las indemnizaciones".

El tren se paró automáticamente y el maquinista "perdió los nervios", a consecuencia de lo cual, retrocedió para regresar a la estación de Aluche, donde ya se encontraba otro tren, con el que finalmente chocó "a muy baja velocidad".

Se da la circunstancia de que el maquinista, que dio negativo en la prueba de alcoholemia que le realizaron después del accidente, lleva "unos 25 años trabajando de maquinista, de los cuales, cerca de 20 precisamente en la línea C5, que conoce como la palma de su mano" y no había tenido problemas de ningún tipo anteriormente.

Las fuentes señalaron también que "no cabe en cabeza de maquinista dar marcha atrás y menos en un túnel y con pasajeros", ya que significa actuar en contra del reglamento.

Al arrancar en la estación de Aluche para proseguir hacia la de Fanjul, el tren rebasó la señal que automáticamente da luz verde al siguiente tren para entrar en Aluche, que se encontraba en esos momentos a unos 500 metros de esta estación en el túnel entre Laguna y Aluche.

Al llegar el segundo tren a la estación de Aluche hizo su parada reglamentaria, abrió las puertas para que subieran y bajaran los pasajeros y entonces recibió el impacto del tren que retrocedía y que desplazó al tren parado "unos tres metros hacia atrás".

Según las fuentes, descarrilaron los tres primeros vagones -del total de seis- del tren y el accidente no causó heridos graves porque en los vagones delanteros habitualmente no entran ni salen pasajeros en Aluche, ya que las puertas de acceso al andén están situadas a la cola del tren.

Así, los pasajeros de los primeros tres vagones -los más afectados por el alcance- probablemente estuvieran sentados y hubiera asientos libres, agregaron.

Esa sucesión de hechos coincide con la versión que dieron en su día los testigos y con los datos que ofreció Juan Javier Pérez Sanz, director general de Servicios de Cercanías y Media Distancia de RENFE, recordaron fuentes de esta compañía.

Indicaron que la investigación interna no ha concluido y manifestaron que cuando se produce una investigación judicial de este estilo, Renfe "se limita a colaborar, como es su obligación, y a aportar toda la información que le solicita el juzgado".

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