Sociedad

¿Cómo está afectando la pandemia a los niños?

El confinamiento provocó que los niños tuvieran que abandonar sus rutinas y sus interacciones sociales se redujeron.

El confinamiento provocó que los niños tuvieran que abandonar sus rutinas y sus interacciones sociales se redujeron.

La llegada de la pandemia a nuestras vidas cambió nuestra sociedad y nuestro modo de vida, alterando nuestras rutinas e incluso nuestra forma de pensar. Uno de los grupos más afectados por el confinamiento llevado a cabo en marzo de 2020 fueron los niños y niñas que, de la noche a la mañana, tuvieron que abandonar sus centros escolares, limitando sus relaciones sociales a los convivientes de su hogar.

La pandemia del coronavirus ha impactado a todos los colectivos a nivel mundial, pero en el caso de los más jóvenes ha causado cambios diferentes a los adultos. El blog especializado The Conversation analiza estas conductas y cómo la pandemia del covid ha influido en ellos. 

8 de cada 10 padres percibieron cambios en sus hijos

Desde el comienzo de la pandemia son muchos los estudios centrados en medir el impacto de esta en la población. Según el publicado en Frontiers in Psychology, 8 de cada 10 padres notaron cambios en el comportamiento de sus hijos e hijas durante la fase de confinamiento. Cambios traducidos en aburrimiento, enfado, nervios, intranquilidad, dificultad para la concentración e incluso una mayor dependencia hacia los padres.

Con el confinamiento también aumentó el tiempo al frente de las pantallas, motivando actitudes como el sedentarismo. De igual modo, los síntomas emocionales de los niños y adolescentes repercutían en mayores niveles de estrés de los padres. El propio sitio web ha preparado un estudio realizado durante las siete semanas posteriores al confinamiento, cuyos resultados se podrán ver muy pronto en la revista Psicothema, que revela que hasta el 56 % de los padres españoles detectaron ansiedad en sus hijos, y hasta un 26 % conductas depresivas. Además, el medio también ha analizado la presencia de estos síntomas entre los más jóvenes de otros países y España suele tener mayores índices de presencia que otros países como Portugal o Italia. 

La clave de esta diferencia entre países puede radicar en las medidas más restrictivas a las que fue sometida la población española. Otra de las claves para entender estas conductas en niños y niñas es que estos suelen hacer de la falta de información una realidad más terrible de lo que es, lo que provoca un mayor aumento de la preocupación. El confinamiento privó a numerosos jóvenes tanto de movimiento como de estimulación sensorial básico en esas edades. También se encontraba limitado el contacto social por lo que la sensación de soledad aumentó en edades más tempranas, así como el cambio repentino de rutinas incrementando las discusiones entre padres e hijos debido a la inseguridad de estos últimos.

Es bien sabido que los niños son un colectivo de gran vulnerabilidad; en el caso de la pandemia, además, esto se intensificó en aquellos que sufrieron alguna pérdida familiar debido al covid. El confinamiento, de gran duración, afectó a la salud mental de grandes y pequeños, asimismo, para estos últimos, las rutinas son fundamentales para reducir las preocupaciones. Por ello, los expertos insisten en crear un clima familiar favorable para ayudar a los más pequeños a llevar de la mejor manera posible los aislamientos por positivo y la pandemia en general. 

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