Cierres emblemáticos

Eliseevski, la tienda más famosa de Rusia cierra sus puertas por la pandemia

  • Fundada en 1901, sobrevivió a dos guerras mundiales y la Revolución Bolchevique

Eliseevski, la tienda más famosa de Rusia cierra sus puertas por la pandemia

Eliseevski, la tienda más famosa de Rusia cierra sus puertas por la pandemia

La tienda más famosa de Rusia, Eliseevski, que fue fundada en Moscú en 1901, cerrará sus puertas el próximo día 11 debido a la pandemia del coronavirus, que ha golpeado con virulencia a muchos negocios de la capital.

"Es el fin de una época. Yo vengo aquí desde que era pequeña", comentó a Efe Yelena, que acudió a despedirse de la tienda acompañada de sus nietos. El Gastronom (tienda de comestibles y ultramarinos) Eliseevski fue fundada por el comerciante Grigori Eliséev en 1901, resistió la Revolución Bolchevique, las dos guerras mundiales, las cartillas de racionamiento y la suspensión de pagos y la caída de la Unión Soviética, pero no la ausencia de turistas debido a la covid-19.

Y es que este establecimiento situado en la céntrica calle Tverskaya, no lejos de la plaza Pushkin, vivía principalmente de los visitantes que acudían a esta tienda-museo diseñada en estilo "art nouveau".

"Espero que la reabran en un futuro. No me imagino Moscú sin Eliseevski. Yo soy cliente habitual, ya que mi oficina está muy cerca", comentó.

Además de por su exquisita decoración, sus relieves, columnas y lámparas de araña, más dignas de un museo, la tienda era famosa por ofrecer productos exóticos de muchos lugares, sean frutas tropicales, vinos caros o cigarros habanos.

En los últimos años, con la vista puesta en los turistas extranjeros, también vendía souvenirs, incluidas las famosa matrioshkas.

Ahora, sus estanterías de madera se están vaciando y lo único exótico que se puede encontrar son plátanos ecuatorianos.

Con todo, los más nostálgicos se han acercado los últimos días a la tienda, de más de 800 metros cuadrados, a comprar algún embutido, encargar ensaladilla, bollos de pan y productos lácteos, o tomarse un simple café.

Otros, después de leer la noticia en la tienda, se personaron en el centro de Moscú para hacerle unas fotos, como Anna, que es fotografiada por su hijo.

"Quería decirle adiós a la tienda. Es una pena que la cierren", comenta.

Sus clientes prefieren que siga siendo una tienda, aunque los hay que se conforman con que sus lujosos interiores continúen abiertos al público.

Las autoridades locales niegan que ellos tengan algo que ver con el cierre y ofrecen garantías de que el lujoso interior del afamado establecimiento conservará su aspecto actual.

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