Estudio

El cambio climático podría acabar con la mitad de los bosques europeos

  • El 60% de los bosques europeos son cada vez más vulnerables al efecto de los vientos, los incendios y las plagas de insectos

Un bosque en España

Un bosque en España

Un estudio internacional dirigido por la Comisión Europea alerta de que más de la mitad de la biomasa forestal de Europa podría perderse en pocas décadas debido a perturbaciones naturales provocadas por el cambio climático, como incendios o brotes de insectos.

El estudio, publicado en Nature Communications y liderado por el Joint Research Center (JRC) de la Comisión Europea, con participación del Image Processing Laboratory (IPL) de la Universidad de Valencia y basado en Aprendizaje Automático, ha llegado a la conclusión de que los bosques europeos son cada vez más vulnerables al efecto de los vientos, incendios y plagas de insectos, debido al cambio climático.

La investigación, que cuenta también con la participación del Max Planck Institute, la Universidad de Florencia y la Universidad de Helsinki, explota un gran volumen de datos satelitales y ambientales y, con la ayuda del aprendizaje automático, identifica los principales factores que aumentan la vulnerabilidad al cambio climático de los bosques europeos.

Los algoritmos muestran que el 60% de los bosques europeos son cada vez más vulnerables al efecto de los vientos, los incendios y las plagas de insectos. También dan muestra de las características que hacen a cada tipo de bosque más o menos resiliente, lo que podría contribuir a una mejor gestión de estos ecosistemas naturales de cara a mejorar su capacidad de resistencia.

El estudio cuantifica y mapea la vulnerabilidad de los bosques europeos a estas tres perturbaciones –fuego, viento y brotes de plagas de insectos–, entre 1979 y 2018, mediante la integración de datos de perturbaciones y observaciones satelitales y mediante el uso extensivo de algoritmos de aprendizaje automático (machine learning). Y se calcula la vulnerabilidad en base a la cantidad de biomasa forestal que se pierde después de una perturbación determinada.

Los autores estiman que casi el 60 % de la biomasa forestal europea –más de 33 mil millones de toneladas– es muy sensible a las ráfagas de viento intenso, incendios, brotes de insectos o una combinación de estos. En particular, la vulnerabilidad a los brotes de insectos ha aumentado en las últimas décadas, y lo ha hecho especialmente en los bosques del norte que se calientan más rápidamente, como en partes de Escandinavia y Rusia, que han experimentado aumentos en la vulnerabilidad a los insectos de alrededor del 2 % por década.

La metodología propuesta parte de un enfoque de aprendizaje automático basado exclusivamente en datos –observaciones de la Tierra, variables climáticas, y base de datos de perturbaciones forestales– y, por lo tanto, es reproducible y aplicable a gran escala.

El estudio identifica las propiedades estructurales de cada bosque según el clima local y las condiciones topográficas, factores que influyen en la vulnerabilidad de las masas forestales a las perturbaciones.

Los bosques de climas fríos de Finlandia, el norte de Europa de Rusia y los Alpes (Italia, Francia, Suiza, Austria) y, en cierta medida, los bosques cálidos y secos del interior de la Península Ibérica (España, Portugal) fueron identificados como ecosistemas particularmente frágiles; se caracterizan por una alta vulnerabilidad general a las perturbaciones naturales y una intensificación progresiva debido a los cambios climáticos.

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