Las mascarillas se han vuelto un complemento obligatorio en el día a día de las personas. Por ello, la implacable moda ha utilizado esta herramienta sanitaria para sacar beneficio económico de ellas pero, ¿a qué precio?.

Una nueva Orden del Ministerio de Consumo se centra en regular el etiquetado, la publicidad y los mecanismos de control de las mascarillas de tela o higiénicas, una medida que la OCU ve muy necesaria para que las personas estén informadas y no exista confusión entre los consumidores.

Debemos tener claro una cosa; las mascarillas no son una moda, son una medida básica para frenar la expansión del coronavirus y antes que la belleza debe primar la seguridad y fiabilidad de sus componentes. La OCU afirma que esta medida por parte del Gobierno es acertada pero que llega "un poco tarde".

En el mercado hay cientos de tipos de mascarillas y el consumidor anda perdido entre tanta oferta y, a veces, no se para a pensar que la belleza de una tela puede estar a años luz de la fiabilidad o la seguridad, en este caso, sanitaria.

Las mascarillas más utilizadas por la población son las quirúrgicas y las higiénicas. Las primeras, son un producto sanitario, regulado por la norma EN 14683, debe asegurar una eficacia de filtración mínima del 95%. Son las que deben usar las personas infectadas mientras se encuentran en aislamiento, aunque también son de uso habitual por parte de la población sana.

Por su parte, las higiénicas, las mascarillas de tela, se regulan ya por las normas UNE 0064 (si son desechables) y 0065 (si son reutilizables), y su eficacia de filtración demostrada debe ser del 95 y 90% respectivamente. Están recomendadas para uso por parte de la población sana. Además, entre estas mascarillas hay productos de calidad a precios muy competitivos.

También es sabido que hay otro tipo de mascarillas como las mascarillas FPP2 y equivalentes, con una eficacia de filtración que puede ser superior, son considerados EPI, y su uso debe reservarse para profesionales y circunstancias especiales. 

Las mascarillas de tela pueden no ser un buen aliado sanitario.

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En el mercado hay muchas otras mascarillas que se venden sin ajustarse a unos requisitos establecidos, y son utilizadas por la población general sin reparar en ello. Es el caso de las mascarillas de tela u otros materiales que lleva gran parte de la población.

Para la OCU este tipo de medidas deben aplicarse cuanto antes para así poder: se usen los productos que estén 100% homologados, se aclaren a la perfección las normas de uso y las normas, en relación a aspectos sanitarios, se tramiten con la máxima celeridad posible.