Devastación tras los seísmos y el tsunami

Indonesia abre fosas comunes en Palu

  • La UE destina 1,5 millones en ayudas para la región 

  • Un español ha sido evacuado de la isla de Célebes

Los equipos de rescate prosiguen con la búsqueda de víctimas tras el terremoto y posterior tsunami del viernes pasado en Palu.

Los equipos de rescate prosiguen con la búsqueda de víctimas tras el terremoto y posterior tsunami del viernes pasado en Palu. / Basarnas (EFE) (Palu (Indonesia))

Las autoridades indonesias anunciaron este lunes que enterrarán a las víctimas mortales del tsunami y el terremoto del pasado viernes en fosas comunes en las afueras de Palu, donde centenares de personas han quedado sepultadas por las avalanchas de barro.

Los funestos anuncios continúan aumentando la tragedia en la provincia de Célebes Central y su capital, Palu, donde los muertos superan los 800 y donde se sufren cortes en el suministro de luz, escasez de alimentos y gasolina y escaso personal para ayudar a los afectados.

Una muchedumbre de curiosos marca el fin de la carretera a causa de grietas demasiado amplias para ser sorteadas y causadas por una marea de barro que ha arrasado decenas de casas, apreciables a simple vista.

"Al parecer ya han llegado oficiales de la agencia de búsqueda y rescate, pero no están aquí todavía", dice Sihabudin, que trabaja para la agencia tributaria indonesia en Palu. "Las carreteras se han convertido en polvo", añade el indonesio ante la montaña de barro donde las autoridades dijeron ayer que podría haber "centenares de personas enterradas". 

En el caso de las fosas comunes, la razón ofrecida por las autoridades que comenzaron los enterramientos es la prevención de enfermedades y epidemias.

Los seísmos han causado 844 muertos, 821 en Palu, 12 en Parigi Moutong y 11 en el distrito de Donggala, según los últimos datos oficiales, aunque el registro del puesto de comandancia militar en la capital provincial alcanzó más de 900 muertos. La lista se completa con 90 desaparecidos, 632 heridos y 48.000 personas atendidas en más de un centenar de centros de acogida.

El coronel Muhammad Thohir comentó en el puesto militar que hasta el momento no se puede distribuir agua limpia y que "la falta de electricidad se traduce en retrasos en el resto de suministros".

El portavoz de la agencia de gestión de desastres, Sutopo Purwo Nugroho, declaró en Yakarta que la ayuda logística, escoltada por soldados, ha comenzado a distribuirse entre los damnificados y que la vuelta del suministro eléctrico continúa siendo una prioridad.

Sutopo dijo también en una rueda de prensa que el número de extranjeros que se encontraban en esa región cuando comenzó la catástrofe es de 114 personas, y no 71, como se creía antes.

Las autoridades de Indonesia informaron este lunes de la evacuación de un ciudadano español de la zona de la isla de Célebes. No revelaron su identidad ni si se encontraba en el país por turismo o trabajo o era residente en él.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, comenzó a coordinar la distribución de ayuda internacional, ya aprobada en el caso de la Unión Europea, que anunció el envío de 1,5 millones de euros para la región afectada.

Estos suministros podrán llegar al aeropuerto de Palu, que reabrió a vuelos comerciales, aunque las autoridades avisaron de que se dará prioridad a la ayuda humanitaria.

En tanto, la gasolina, que escasea, alimenta los generadores, mientras técnicos del Gobierno trabajan en reparar las infraestructuras más críticas.

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