Audiencia Provincial de Madrid

Condena de 700 años de cárcel al hombre que engañó a casi cien menores para mantener relaciones sexuales

  • Contactaba con ellos a través de las redes sociales

  • La Audiencia Provincial de Madrid lo ha absuelto de 59 delitos de ciberacoso, tres de abusos sexuales y dos de corrupción de menores

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Un usuario de redes sociales.

Un usuario de redes sociales. / G. J.

José Ángel S. R., el hombre que engañó a través de las redes sociales a casi un centenar de menores para mantener relaciones sexuales con ellos ha sido condenado a un total de 686 años y 19 días de prisión por la Audiencia Provincial de Madridad. La Sala considera al acusado como autor responsable de siete delitos continuados de abusos sexuales a menores de 16 años con penetración anal o bucal, cinco delitos de abusos sexuales a menores de 16 años con penetración por vía anal o bucal, dos delitos continuados de abuso sexual a menores de 16 años, un delito de abuso sexual a menor de 16 años, 98 delitos de captación y utilización de menor de edad con fines pornográficos, 74 delitos de difusión de material pornográfico a menores de edad, 25 delitos de exhibicionismo, 13 de delitos de corrupción de menores de 16 años y un delito de tenencia de pornografía infantil.

No obstante, la Audiencia de Madrid le ha absuelto de 59 delitos de ciberacoso, tres delitos de abusos sexuales y de dos delitos de corrupción de menores.

La sentencia considera probado que José Ängel S. R., que tenía entre 24 y 26 años cuando ocurrieron los hechos, entre los años 2015 y 2018, contactaba con menores de 16 años a través de las redes sociales y Whatsapp "con la intención de mantener comunicaciones e intercambios de naturaleza pornográfica con los mismos". Para conseguirlo, se hacía pasar por una joven menor de edad, L. , con la que los adolescentes "acababan manteniendo conversaciones crudamente libidinosas que el acusado impulsaba para producir excitación sexual". Llegados a este punto, "José Ángel S. enviaba al correspondiente menor fotos y vídeos de una chica menor de edad desnuda y masturbándose, y a su vez solicitaba y obtenía de los menores la remisión de fotos y de vídeos desnudos, centradas en sus genitales, y en muchas ocasiones masturbándose".

En varios de estos contactos, cuando comprobaba que el engaño era exitoso, "y con el propósito de mantener un encuentro sexual con los menores, les proponía hacer un trío con la menor L. y con un supuesto amigo suyo que no era sino el propio Jose Ángel". Para poder estar a solas con ellos y que no descubrieran el engaño, les insistía a través de la chica por la que se hacía pasar, en que quedaran primero con el amgigo para mantener con él relaciones sexuales y, luego, se incorporaría la chica. "Ante la resistencia de los menores a mantener relaciones sexuales con un chico como condición para estar con L., el acusado llegó en algunos casos a ofrecer dinero o regalos a los menores para que accedieran a ello".

En ocasiones, les ofrecía dinero o regalos

En otra ocasión el acusado se presentaba en redes sociales como un joven menor de edad y lograba de esta manera engañar a algunos menores de 16 años con los que se intercambiaba mensajes de texto crudamente sexuales y dirigidos a provocar excitación libidinosa, así como archivos fotográficos y de vídeo en los que tanto el acusado como los menores exhibían sus genitales y se masturbaban. A través de esta vía el acusado también les proponía quedar para mantener un encuentro sexual, en algunos casos ofreciéndoles dinero o regalos para que realizaran prácticas sexuales con él. Jose Angel S. logró su propósito y en algunos casos mantuvo relaciones sexuales con menores contactados del modo descrito.

El acusado tenía varias maneras de conseguir su objetivo, llegando incluso a presentarse como un hombre mayor de edad y daba lugar a un intercambio de mensajes de texto dirigidos a la excitación sexual que eran acompañados con fotos y vídeos en los que tanto el acusado como los menores aparecían desnudos y masturbándose. También en este ámbito el acusado hacía propuestas a su interlocutor para concertar un encuentro sexual, que en algunas ocasiones se materializó con el manteniendo de relaciones sexuales con el menor.

La sentencia no es firme y contra ella cabe la interposición del correspondiente recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJ de Madrid.

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