Sociedad

El Chicle decía a sus allegados que a Diana Quer no la encontrarían nunca

  • José Enrique Abuín comentaba que la joven se habría ido al extranjero o "con un rico"

  • Un amigo reconoce en el juicio que acompañaba al acusado a los institutos para ver chicas

José Enrique Abuín Gey, alias el Chicle, acusado de la muerte de Diana Quer, comentaba con sus allegados la desaparición de la joven madrileña y aseguraba que no la encontrarían nunca porque seguramente se habría ido al extranjero o "con un rico".

Así lo declararon en el juicio que se sigue contra él su ex cuñado, Adrián Castroagudín, y un amigo del acusado, Manuel S.G., quien reconoció que en más de una ocasión acompañó al Chicle a institutos para ver chicas.

El ex cuñado explicó que en ocasiones hablaba con el acusado de la desaparición de Diana, pero "sin más". Se limitaban a preguntarse por los motivos de su desaparición y el Chicle daba su opinión: "Se iría con un rico", decía.

También comentaba con su amigo Manuel este suceso y en esas conversaciones Abuín afirmaba que "no la encontrarían más", porque seguramente se habría marchado al extranjero.

Durante la jornada de ayer compareció también la ex mujer del acusado, Rosario Rodríguez. Nunca creyó que su entonces marido fuera el culpable de la desaparición de la chica madrileña, pero ahora, después de todo lo ocurrido, está segura de que el Chicle mató a Diana y que "lo hizo todo solo, claro", enfatizó.

Rodríguez no tuvo ningún inconveniente en su día en ofrecerle una coartada a su marido y aceptó dar a la Policía su versión: que la madrugada de la desaparición, la del 22 de agosto de 2016, ella salió con el Chicle para robar gasoil de camiones aparcados en A Pobra do Caramiñal (La Coruña).

Tampoco dudaron en ofrecer esa misma versión su entonces cuñado y la hermana de su mujer, Elena Rodríguez. A ellos también les parecía increíble que el Chicle hubiera hecho esa "animalada".

A raíz de la investigación, Rosario preguntó a su marido si tenía alguna relación con el caso. "Él me dijo que no tenía nada que ver. ¿De verdad?, le pregunté. Que sí, de verdad, respondió", relató la testigo antes de recordar que a ella también la investigaron. Pero el detonante fue cuando un día llamó por teléfono a sus suegros y le dijeron que la televisión estaba en su casa y que estaba saliendo su hija. "Aquí se acabó, se va a saber la verdad, y así fue", pensó Rosario Rodríguez en ese momento.

La testigo reconoció que su ex marido llevaba habitualmente bridas en el coche, similares a las que se encontraron en el pelo del cadáver de Diana.

Fue la declaración de Manuel S.G. la que más ha centrado la atención de la vista que se celebra en la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de La Coruña, con sede en Santiago de Compostela. El testigo reconoció que le acompañaba a las cercanías de los institutos para ver a chicas, a las que piropeaba insistentemente. A Abuín, manifestó, le gustaban las chicas "morenas, de pelo largo y delgadas" y de "veintipocos años".

Manuel acompañó meses antes de la desaparición de Diana a la nave de Rianxo, donde el supuesto asesino de la joven arrojó su cuerpo en un pozo, para coger muebles forzando la entrada, como el martes dijo el Chicle.

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