La salida se produjo a las 17:30 desde la Parroquia Santa María Coronada, y cada cofradía salió como siempre con una cadencia de 15 minutos desde la primera salida en todos los puntos de paso. En la Procesión Magna se portan algunas imágenes de gran antigüedad, que ya se veneraban en Gibraltar antes de la caída del Peñón y del traslado de sus habitantes a lo que ahora es San Roque.
Con un escuadrón de romanos a caballo al frente, salieron la Venerable Cofradía de Nuestro Padre en la Oración en el Huerto y Nuestra Señora del Mayor Dolor; la Venerable Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced; la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de la Esperanza; la Venerable Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores; la Venerable Cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Amargura; Antiquísima y Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz en el Calvario; la Venerable Hermandad y Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias; y la Venerable Cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad.
Todas ellas recorrieron entre multitudes la Plaza de la Iglesia, la calle San Felipe, la Plaza de Andalucía, Terrero Monesterio, General Lacy, Colón, San José, San Nicolás, Rubín de Celis y vuelta a la Plaza de la Iglesia con entrada en la Parroquia Santa María la Coronada.
Como se ha hecho cada año desde hace más una década, el Ayuntamiento de San Roque, a través de la Delegación de Participación Ciudadana, acondicionó la planta superior del Palacio de los Gobernadores para que unas veinte personas mayores puedan presenciar la Procesión Magna del Viernes Santo con toda comodidad desde sus balcones. Además, se habilitó un espacio especial para personas con movilidad reducida en la Plaza de Andalucía.
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