Amor y Esperanza

El paso de la Esperanza levanta pasiones entre los linenses

  • La cantante Erika Leiva dedica una saeta a la señora de San Bernardo

San Bernardo se echó ayer a la callé y acudió en masa a Gaucín para ver a la Señora del barrio comenzar su estación de Penitencia.

Imposible encontrar un hueco junto a la casa hermandad y es que María Santísima de la Esperanza es una de las imágenes más veneradas de la Semana Santa linense.

La Cruz de Guía cruzó las puertas a las siete de la tarde bajo un cielo despejado y un sol imponente.

La cuadrilla de costaleros tuvo que agacharse para poder sacar a la calle el Cristo del Amor, mientras la banda de cornetas y tambores Padre Nuestro de Palencia tocaba el himno de España. Una vez terminada la maniobra, los allí presentes dedicaron vivas a las imágenes de esta hermandad y a sus costaleros.

Como cada año, la cuadrilla de la Esperanza tuvo que emplearse a fondo para sacar el bellísimo palio sin percances, ante el aplauso de los asistentes.

Una vez que el paso estuvo en la calle, varias mujeres se acercaron a entregarles ramos de flores a la Virgen de la Esperanza.

La cantante Erika Leiva le cantó una bonita saeta a la Señora de San Bernardo, siendo ésta la primera vez que la joven se atreve con este género.

La banda de música del Maestro Escobar de Puerto Real entonó la marcha Encarnación Coronada, con la que la Esperanza comenzó su estación de Penitencia.

El cortejo recorrió la calle Padre Vitorio Molina, la avenida de América, Magallanes, Ciudad de Tarifa, Ronda, la avenida Menéndez Pelayo, Almería, Tirso de Molina, Gibraltar, Mateo Inurria, Clavel y la calle Real. Tras pasar por carrera oficial emprendió el regreso por la calle Padre Rodríguez Cantizano.

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