Buena Muerte

La mirada de La Caridad ilumina a La Buena Muerte

  • La gran novedad del recorrido es el paso de la procesión por Regino Martínez

El reloj marcaba las ocho y cuarto, el sol ya estaba cayendo, cuando un nazareno tocó el llamador de la capilla de San Antón. Minutos antes la Plaza Juan de Lima abarrotada de devotos esperaba ansiosa la salida de La Buena Muerte y La Caridad. Las puertas se abrieron para dejar ver al Cristo mientras bajo sus pies los cargadores, a tientas sobre el suelo, portaban con gran devoción la imagen del Señor en la cruz.

La Buena Muerte asomó en la plaza sobre las ocho y media acompañado de la Capilla Sant Pau de Algeciras, trío de música, y los agentes de la Guardia Civil. Con paso firme llegó hasta la calle Tarifa, donde los cargadores volvieron a hacer gala de su virtuosismo al sortear los obstáculos del cielo, como ya pasara al salir de la capilla, donde se llevaron una gran ovación.

El Miércoles Santo, ecuador de la Semana Santa, cedió todo el protagonismo a la Archicofradía de Nuestra señora del Carmen y Venerable Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista. El conocido como paso de los Estudiantes iba portando al Santísimo Cristo, que procesionó sobre un monte de claveles rojos, que fue tallado por el sevillano Luis Álvarez Duarte en 1982.

La Virgen del Mayor Dolor aguardó unos minutos más en el templo antes de rozar el tímido soplo de aire que envolvía a los fieles allí presentes. La noche ya descendió y las velas que rodeaban la imagen iluminaban su paso. Antes de salir de la plaza Juan de Lima protagonizó varias levantás mientras se ultimaban sus detalles como la colocación cuidada de varios portadores de luz.

La Caridad iba acompañada de la Banda de Música Señora del Sol, de Sevilla, que dejó sonar el Himno de España en la salida triunfal de la capilla, además de sentirse flanqueada por la devoción de la gente del mar. La imagen es obra del artista sevillano Antonio Castillo y data de 1939.

El paso de las imágenes se vieron respaldadas en todo momento por miles de fieles que no quisieron perderse ningún detalle de La Buena Muerte y La Caridad, en la calle Emilio Santacana la imagen del Cristo se vio ensalzada con el cante de una saeta que acompañó el sentir del público.

El capataz del palio, Juan Antonio Biedma, y el del Misterio, Francisco Sánchez Suau, pudieron guiar a los cargadores por la calle Regino Martínez, un tramo del recorrido que inaugura La Buena Muerte y seguirán cuatro procesiones más durante esta Semana Santa. Pasadas las diez y cuarto de la noche empezó el paso por la carrera oficial y la recogida, de vuelta en la capilla San Antón, estaba prevista para el filo de la madrugada. El buen tiempo iluminó el Miércoles Santo.

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