Frente a frente en la Calzada. Madre e Hijo en una estampa que forma parte de la identidad cofrade del municipio de Tarifa. El encuentro entre la talla de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de La Paz fue anoche el punto álgido de un brillante desfile procesional del Jueves Santo que comenzó con la salida de la talla de la Virgen a la Plaza del Ángel sobre las nueve y media.

En torno a las once de la noche, la imagen llegó hasta las puertas de San Mateo tras recorrer las calles Santísima Trinidad, Plaza San Julián, Colón, Peso, Nuestra Señora de la Luz para desembocar en Sancho IV el Bravo, donde esperó la salida de su hijo desde San Mateo, cruz a cuestas, para dirigirse juntos hasta el Gólgota en una de las tradiciones más bellas de la Semana Santa local. Las mantillas y las agrupaciones musicales contribuyeron a esta iconografía. Un momento cargado de emoción, aplausos y vítores al que continuó el desfile de ambos titulares, juntos, para luego volverse a separar con la recogida de la Virgen en la siempre dramática despedida de Madre a Hijo.