Las Angustias

La emoción llega con Las Angustias

  • Maestría y oficio de unos cargadores que llevan en volandas a la Piedad

La veteranía se abre paso en la Semana Santa sanroqueña. Nuestra Señora de las Angustias puso ayer la solemnidad y austeridad que le caracteriza, sembrando la emoción por las calles del casco histórico.

El repique de campanas en la misma Capilla de la Visitación anunciaba la salida de la Piedad. Momentos antes, la Cruz de Guía y un gran número de pequeños penitentes -una tónica en las hermandades sanroqueñas-, hacían su salida y se alineaban en la calle General Lacy. Sonaron los primeros sones de la agrupación musical de Nuestra Señora de la Caridad, de Sanlúcar de Barrameda. Instantes después, salía muy despacio el majestuoso trono barroco. Gran oficio el de estos 55 cargadores, la mayoría veteranos que salvaron con maestría la estrecha puerta de la capilla. Aplausos cuando la Piedad ya estaba en la calle, recibida por el Himno Nacional interpretado por la buena banda sanluqueña.

Las lágrima eran inevitables entre las mayores del asilo, mientras caían pétalos de rosas desde los balcones y azoteas de la calle Málaga.

La virgen representando a la Madre, con su hijo muerto en brazos y descansando sobre sus faldas, iba adornada delicadamente con pequeñas rosas rosas. Otro detalle del austero trono es la Cruz en alto al fondo y en el aire, la Sábana del descendimiento. Además, cuatro evangelistas ocupan cada esquina del portentoso trono.

Antes de iniciar su Estación de Penitencia, los costaleros mecieron poco a poco la imagen girando el trono para deleite de todos los fieles. Tras un pequeño descanso enfilaron la calle General Lacy, repleta de público y bajo una lluvia de pétalos. Antes de llegar a Terreno Monesterio, pasaba la imagen por la carrera oficial, a la hora prevista (21:15 horas), para continuar posteriormente por la Plaza de Andalucía, acompañada por cientos de devotos. La calle San Felipe dejó la descubierto el buen hacer de los costaleros, que iniciaron el ascenso suavemente hasta llegar al Pasaje Santa Ana, Francisco Tubino, Siglo XX, y Plaza de la Iglesia. Finalmente, la Madre de San Roque inició su lento ascenso por la rampa de La Coronada, entrando ya de madrugada, con el aplauso de muchos fieles que realizaron con esta querida imagen sanroqueña toda su Estación de Penitencia.

La imagen de Nuestra Señora de las Angustias data de 1923 y fue realizado en los talleres de Arte Cristiano de Olot (Gerona), por iniciativa del párroco José Font de Benito.

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