Semana Santa

El Yacente lleva la pena por la muerte del Señor por las calles de Algeciras

  • La hermandad de penitencia más antigua de Algeciras, con el nutrido acompañamiento que merece, protagoniza como es tradición el último paso por carrera oficial de este año

La muerte de Cristo recorrió las calles de Algeciras en la noche del Viernes Santo con la procesión del Santo Entierro. El Yacente encogió los corazones, bajo la mirada de la Soledad, llorando por su hijo.

La Real Antiquísima y Venerable Cofradía es la hermandad de penitencia más antigua de Algeciras. Acompañaron el desfile procesional representantes del resto de hermandades de la ciudad, incluidos penitentes que aún no han salido de la nueva del Ecce Homo, con túnica blanca y capirote rojo. También participaron en el cortejo miembros de la corporación municipal, el alcalde y concejales del PP, del PSOE y el de Ciudadanos. Como establece el protocolo de esta procesión oficial, los representantes políticos desfilaron bajo mazas de luto.

En la comitiva también marchó un grupo de representantes de la Asociación de Veteranos Paracaidistas del Campo de Gibraltar, así como del Regimiento de Artillería de Costa número 5, hermano mayor honorario de la cofradía desde 1944. Santa Bárbara está en el frontal del paso de misterio.

El Yacente salió de la Palma poco después de la nueve de la noche, acompañado por el solo de tambor que le habría de acompañar durante las tres horas y media del desfile. Los cargadores, penitentes de negro riguroso, se detuvieron a las puertas de la abierta capilla de Europa en tanto abandonaba el templo mayor María Santísima de la Soledad, bajo los sones de la Agrupación Musical Amando Herrero.

El Cristo, sobre rosas rojas y entre cirios negros, y la Virgen, restaurada el verano pasado, llevaron la pena por la muerte del Señor por la ciudad, a la espera del milagro de la resurrección. El itinerario del desfile tuvo una leve variación. En lugar de bajar por San Antonio se llegó hasta el final de la calle Ancha antes de afrontar la carrera oficial, última hermandad que la recorrió esta Semana Santa en Algeciras como es tradición puesto que, como se sabe, el Resucitado no lo hace.

El Yacente se encontró de frente con su madre a las puertas de la Palma, al tiempo que reviraba para recogerse en el templo mayor. Eran las doce y media de la madrugada.

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