El Viernes Santo los tarifeños vivieron la solemnidad y recogimiento que desprendió, durante todo su recorrido, la procesión del Santo Entierro, que emocionó a sus fieles con los dos pasos que realizaron la estación de penitencia, el del Santo Sepulcro y el de la Piedad, formado por las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias y el Santísimo Cristo de la Caridad.

El primer tramo de nazarenos tras la cruz de guía estaba formado por representantes de todas las hermandades y cofradías penitenciales de Tarifa, portando sus insignias, en el orden de su salida procesional.

A continuación iba el paso del Santo Sepulcro, que representa a Cristo muerto, desclavado de la cruz, reposando sobre un lecho y con la corona de espinas aún en su cabeza, cubierto por una mantilla blanca que le cubre el paño de pureza. El paso, debido a su solemnidad, avanzaba por las calles de tarifa sin acompañamiento musical.

En el cortejo del paso de misterio formado por las Angustias y el Cristo de la Caridad, que desde el año 2009 es portado por una cuadrilla de mujeres, formaban nazarenos ataviados con túnica negra de cola, cinturón de palma, antifaz y calzado negro.

Las notas de la Banda de Música de la Asociación Musical Pintor Manuel Reiné de Tarifa acompañó durante su estación de penitencia a la Virgen con su hijo en brazos tras ser descendido de la cruz.