Fue el último desfile procesional de la noche de Jueves Santo en La Línea pero mereció la pena la esperar. Dos años llevaban el municipio linense y sus ciudadanos esperando para ver de nuevo por sus calles al Señor del Gran Poder, que esplendoroso como pocos partió de su casa hermandad para deslumbrar a los devotos.

Gran Poder presentó como novedades reseñables los cuatro palermos y el incensario confeccionados en los talleres de Sevilla Cofrade, este último donado por el grupo joven de la hermandad. En el mismo taller fue realizado el juego de tres potencias, otro de los estrenos, donado por una hermana. 

Con paso solemne, el Señor recorrió Duque de Tetuán, López de Ayala, Méndez Núñez, Alfonso X el Sabio, Cadalso, San Pablo, Carboneros, López de Ayala, Duque de Tetuán, Pasaje Jesús del Gran Poder -momento que debe ser presenciado por su enorme belleza-, Sol, San Pablo, Jardines, Clavel, Real, plaza de la Iglesia, Duque de Tetuán, López de Ayala, Méndez Núñez y regreso a su casa hermandad. Tenía prevista su recogida sobre las tres de la madrugada. 

Adornado con claveles rojos y a las órdenes de Lorenzo Gómez Gutiérrez y Jonathan Domínguez Vélez como capataces responsables, marchó bajo los sones de la Agrupación Musical Isla de León de San Fernando.

La Real Hermandad y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, María Santísima de los Ángeles y Santa Cruz de Jerusalén cuenta en la actualidad con un número aproximado de 477 hermanos, de los que unos 180 acompañan al Señor. Portan túnica y antifaz morados, cíngulo amarillo, guantes blancos y calzado negro. Los miembros de la junta de gobierno visten capa de color beige.

Fundada en el año 1902, esta emblemática hermandad ha estado siempre ligada a la parroquia de la Inmaculada Concepción. La imagen actual fue adquirida en 1940. Es una obra del imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci. En el año 1992 se adquirió la nueva cruz del Señor, obra de Francisco Berlanga, con cantoneras doradas obra del orfebre Juan Borrero.

El nuevo paso fue adquirido hace ahora trece años. Debido a sus grandes dimensiones, no puede salir de la puerta principal del santuario de la Inmaculada, de ahí que lo haga desde su casa hermandad, situada a pocos metros de la parroquia, en la calle Méndez Núñez. El hecho de que los hermanos sí salgan de la Inmaculada dota a este paso de misterio de una gran belleza muy valorada por los ciudadanos de La Línea.