El sol brillaba con fuerza ayer en el cielo cuando a las seis de la tarde se abrieron las puertas en la iglesia del Carmen y asomó la Cruz de Guía de la Hermandad del Cristo del Mar.

La plaza Guillermo J. Chaminade volvió a quedarse un año más pequeña en la tarde de Viernes Santo. Miles de linenses y un barrio entero, el de La Atunara, que no dudaron en acercarse a darle aliento a su Cristo del Mar.

En los instantes previos a la salida, el cortejo se preparaba en el interior del pequeño templo ante el paso adornado con lirios. La hermandad tuvo que acudir en la misma mañana del viernes a buscar lirios incluso a Chipiona ya que en la zona se habían terminado.

El director espiritual, Ignacio Zabala, recordó a los allí presentes que iban a salir en procesión por las calles de La Línea. "Hay que preguntarse por qué lo hacemos. Lo hacemos porque creemos en el Cristo y lo queremos pero sería triste que después se nos olvidara el resto del año", indicó Zabala, que pidió a los hermanos que vivan "como quiere Jesús".

Después de estas palabras, se rezó un padre nuestro y un salve en el interior de la parroquia y dio comienzo la estación de Penitencia.

Los cargadores, algunos de los cuales cumplieron promesa yendo descalzos, realizaron la salida a la perfección aunque la estrechez de la puerta los obligó a maniobra con la imagen hasta que una vez fuera pudieron cargarlo sobre los hombros, ante el aplauso de los linenses que dedicaban vivas a la cuadrilla.

El Cristo del Mar comenzó a desfilar por el paseo marítimo dejando así una de las estampas más impresionantes de las Semana Santa linense ya que la procesión se desarrolla junto al mar y frente al Peñón.

Además, justo antes de comenzará a recorrer el paseo, el paso de misterio se acerca al mar de levante y los cargadores levantan al Cristo en señal de respeto.

La banda de la Virgen de la Estrella de Málaga acompañó a la hermandad del barrio marinero de La Atunara en su recorrido, uno de los más largos de la semana de Pasión del municipio.

El cortejo recorrió el paseo marítimo del Conchal, Santa María, la avenida Menéndez Pelayo, la capilla de María Auxiliadora, Jardines, Clavel y la plaza de la Constitución. Después cruzó la calle Real y la carrera oficial y regresó por Padre Rodríguez Cantizano, Sol, San Pablo, Granada, Clavel, Padre Pandelo, Blanca de los Ríos, Gravina, Ter y Cartagena hasta la iglesia.