Semana Santa

Amor y Oración en el Huerto derrochan elegancia y esplendor en su recorrido

  • El barrio de Periáñez se vuelca con sus imágenes, sobre todo a la salida de la parroquia

La hermandad de Nuestro Padre Jesús en la Oración en el Huerto y María Santísima del Amor fue puntual, como cada Miércoles Santo, con su cita con los fieles de la barriada de Periáñez. A las siete menos cuarto se abría el portal de la iglesia de San José para que la cruz de guía enfilase el camino por las calles de la barriada, en la que los vecinos arropaban a las imágenes tras un año de espera, para poner rumbo hacia el centro de la ciudad en un largo recorrido que tenía previsto finalizar a eso de las 2:15 de la madrugada.

Tras el paso de un buen número de penitentes -tras la hermandad del Medinaceli es la segunda que más tiene en La Línea-, ataviados con túnica azul turquesa y antifaz y capa blanca, el paso de la Oración del Huerto, con la imagen del Señor arrodillado en el Huerto de Getsemaní orando junto al Ángel que le ofrece un cáli, realizó la revirá y las primeras chicotás acompañado con gran acierto por la agrupación musical San Juan, de Jerez de la Frontera, y bajo las instrucciones de José Miguel Esteban del Mar y Andrés Esteban Ocaña. El paso fue genialmente ornamentado con un manto de claveles rojos por miembros del grupo joven de la hermandad.

A continuación María Santísima del Amor avanzaba al ritmo de las notas de la banda de música de Los Rosales (Sevilla). La Virgen lucía un precioso manto azul celeste y un exorno floral compuesto de rosas color champán y gladiolos blancos.

Las imágenes, acompañadas por un amplio cortejo, se dieron un baño de masas en la carrera oficial y cercanías, ya que la coincidencia con otras dos hermandes hizo que hubiese mucha gente en las calles del centro de La Línea.

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