Los años que acumula abandonado a su suerte son los mismos que debería llevar en funcionamiento, según los últimos plazos que se manejaban cuando todavía estaba en obras. Esta semana, un incidente sin relevancia -un pequeño incendio provocado por la acumulación de basura- se ha convertido en el detonante que tras unos años de silencio ha reavivado las críticas. De nuevo se ha puesto de manifesto el absoluto olvido y la precaria situación de lo que hoy -y desde hace ya tiempo- debería ser un centro de salud a pleno rendimiento que atendiera a la amplia zona de Camposoto: cerca de 25.000 vecinos, según los datos que se manejaban cuando las obras arrancaron a finales de 2010.

El malogrado proyecto -una inversión de más de 2,3 millones de euros- se puso en marcha en la década pasada ante las evidentes necesidades que habían aflorado tras un desarrollo urbanístico sin precedentes en esta zona, que había saturado por completo el centro de salud más cercano, que es el de La Ardila. De hecho, casi simultáneamente se abordó la construcción del colegio Camposoto, aunque este otro equipamiento, igual de necesario, sí consiguió llegar a buen puerto entonces.

Pero las obras del centro de salud no corrieron la misma suerte. Se retrasaron en el tiempo, surgieron problemas con la adjudicataria, estalló la crisis y llegaron los recortes a la administración. Las obras se paralizaron definitivamente en 2012 y el proyecto se olvidó. No volvió a aparecer en unos presupuestos de la Junta y el edificio se quedó a medio construir en el amplio solar de más de 2.000 metros cuadrados que se extiende entre las calles Milongas y Granaínas, prácticamente donde termina el desarrollo de Camposoto.

El paso del tiempo ha hecho el resto. Hoy, se trata de una instalación inacabada, 1.451 metros cuadrados completamente abandonados y rodeados de maleza. Del proyectado centro de salud es visible la estructura y el cerramiento de paredes de ladrillo, poco más. Solo es fachada.

Pero desde que hace unos meses se retiró la vigilancia del recinto -como ha ocurrido en el Carenero- la situación, lógicamente, ha empeorado. Los andalucistas lo denunciaron ya en el mes de junio e incluso llevaron a pleno una moción en este sentido que fue aprobada por unanimidad. Hay destrozos, pintadas, actos vandálicos, basura que se acumula, jóvenes que utilizan el edificio para hacer botellón, quejas vecinales...

PP, Podemos y andalucistas se han hecho eco de lo ocurrido esta semana y han vuelto a reclamar una vez más a la Junta de Andalucía que retome el proyecto, que acabe las obras y que ponga en marcha el cuarto centro de atención primaria que reclama San Fernando desde hace 20 años. Para la formación morada es una de las cuestiones que ha puesto como condición a la hora de negociar los próximos presupuestos municipales. Su voto a favor, entre otras cosas, depende de que desde el Ayuntamiento se considere el centro de salud de Camposoto como una prioridad para presionar desde el equipo de gobierno a la Consejería de Salud con el propósito de reflotar este equipamiento. Los populares, por otro lado, han recordado que los presupuestos autonómicos propuestos para 2018 vuelven a pasar por alto esta inversión. Y los andalucistas -socios de gobierno del PSOE- han insistido en sus reivindicaciones de siempre. Además, el centro de salud es una histórica demanda vecinal que en los últimos años ha pasado a un segundo plano ante la puesta en marcha del hospital de San Carlos. Ahora, sin embargo, ha vuelto a ponerse sobre la mesa para convertirse -seguro- en una de las prioridades de la agenda política.