Los farmacéuticos en la fotoprotección

Determinados nutrientes son fundamentales para el bienestar de piel 

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha lanzado una nueva campaña para favorecer una adecuada fotoprotección. Para ello han elaborado una guía para farmacéuticos, un documento sobre mitos y bulos en fotoprotección y una infografía.

El papel del farmacéutico en este asunto resulta esencial. Los ojos y la piel presentan mecanismos intrínsecos de protección. A nivel ocular, las distintas partes de la fisionomía ocular, las cejas y el parpadeo, actúan como los primeros filtros naturales y la contracción pupilar y el propio cristalino ejercen un efecto protector. A nivel dérmico, los mecanismos de adaptación y defensa son, el engrosamiento de la capa córnea, la melanina y las moléculas antioxidantes, las citosinas y el sistema de reparación de ADN.

Desde el punto de vista de la alimentación, el aporte de determinados nutrientes es fundamental para el bienestar de piel y ojos. Aquilino García, vocal de Alimentación del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, señala que “aunque es difícil establecer pautas diferenciadas por grupos de edad, es interesante conocer las deficiencias nutricionales más habituales y actuar en consecuencia. De ahí la razón de ser y la importancia de este tipo de acciones y campañas”, explica el experto.

Tal y como se afirma en la campaña, la educación en fotoprotección debe iniciarse en la infancia, ya que los efectos dañinos de la radiación son acumulativos e irreversibles. Entre el 50% y el 80% de la exposición solar que un individuo recibe a lo largo de toda la vida, se realiza entre los 18 y 21 primeros años. En la niñez se pueden encontrar deficiencias en el aporte de determinados nutrientes que participan en un correcto mantenimiento de la piel y de los ojos, así como en su fotoprotección. El consumo de verduras, hortalizas, legumbres, cereales integrales y pescado tiende a ser bajo, lo que supone un aporte insuficiente de fibra, ácidos grasos Omega-3, folatos, vitamina D, calcio, hierro, selenio, zinc, etc. Además, la hidratación es especialmente importante en esta etapa de la vida.

Hay una ingesta inadecuada por parte de algunos jóvenes de frutas, verduras y pescados, suponiendo un déficit de determinadas vitaminas (C y E, relacionadas con la síntesis de proteínas y la proliferación celular), minerales (calcio, hierro y zinc, relacionados con diversos aspectos del crecimiento) y otros nutrientes (Omega-3). Los adultos no cumplen las recomendaciones semanales adecuadas para el consumo de frutas, verduras, aceites de calidad, carnes magras y pescados.

El aporte de carotenoides (luteína y licopenos) y de compuestos fenólicos no flavonoides (resveratrol) es interesante como fuente de fotoprotección. Y en ancianos, se produce una mayor pérdida de masa muscular y deterioro de la función inmune relacionado con un menor aporte proteico. Se debe incidir en este grupo de edad en la importancia de la hidratación por el elevado riesgo de deshidratación. Y finalmente, es recomendable una exposición solar diaria de entre 15 y 30 minutos, fuera de rango de máxima intensidad, ya que es suficiente para cubrir las necesidades de vitamina D. Es lo que hay. Seguro.

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