Salud sexual

Ir en bicicleta puede perjudicar la vida sexual de las mujeres

Ir en bicicleta puede afectar a la vida sexual de las mujeres

Ir en bicicleta puede afectar a la vida sexual de las mujeres

Ir en bicicleta es un hábito saludable y de respeto con el medioambiente que cada vez se está imponiendo más en diferentes países del  mundo. Su uso en detrimento del tráfico rodado y sus beneficios para el corazón y la musculatura pueden verse afectados negativamente por un nuevo estudio que indica que su utilización recurrente puede tener efectos negativos en la vida sexual de las mujeres. ¿El motivo? Al igual que en los varones, se debe al diseño del sillín.

La investigación, publicada en el Journal of Sexual Medicine y llevada a cabo por expertos de la Universidad de California en San Francisco, concluye que más de la mitad de las ciclistas sufrían problemas sexuales como resultado de la "compresión nerviosa" causada por los asientos de las bicicletas.

Desde que se inventaron las bicicletas hace casi 200 años, pocos fabricantes han tenido en cuenta la fisionomía de la mujer a la hora de diseñar los sillines. Sin embargo, se han observado también problemas de acorchamiento en la zona genital femenina.

En el caso de los hombres, sí se ha intentado modificar esta pieza trascendental de la bici al detectarse que el daño continuado sobre el área del perineo puede provocar serias consecuencias en el apartado sexual masculino, entre ellas, la disfunción eréctil.

DISFUNCIÓN SEXUAL

El estudio, llevado a cabo en 875 mujeres de Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, estableció que la mayoría de ellas experimentaron "entumecimiento" asociado con un "modesto aumento en el riesgo de disfunción sexual en las mujeres".

Y es que, el sillín, por su dureza y su ergonomía, suele provocar ese tipo de síntomas en los primeros días de uso hasta que tu cuerpo se acostumbra a él.

«El problema por la rotación de la cadera hacia adelante en el sillín. La sínfisis púbica (articulación que une las dos partes del pubis) presiona los nervios y vasos sanguíneos de la zona perineal sobre el asiento, dificultando la circulación sanguínea. La disminución del riego sanguíneo de esa área, agudizada por el tipo de sillín o la biomecánica del deportista, alcanza “entre un 70% y un 80% en un plazo de tres minutos”, señala un experto.

“La duración y la longitud del ciclismo en años no se asociaron con entumecimiento genital en ciclistas femeninas, pero el entumecimiento genital se asoció con un mayor riesgo de síntomas de FSD, según lo descrito por puntuaciones de subdominio de FSFI modestamente más bajas”, agregan.

El ciclismo,además, puede conducir a microtrauma debido al aumento de la presión perineal, ''posiblemente contribuyendo al entumecimiento genital y la disfunción sexual en las ciclistas femeninas”, apuntan los investigadores en sus conclusiones.

Los científicos de la Universidad de California en San Francisco agregaron que las mujeres que andan en bicicleta con manillar abatible corren mayor riesgo de sufrir estos problemas.

 

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