El pescado es una fuente de proteína animal que consumimos habitualmente y forma parte importante de nuestra dieta mediterránea. El pescado es rico en nutrientes, delicioso y un complemento saludable para cualquier comida. Ahora, además, en la temporada de verano, lo tomamos con mucha más frecuencia. Pero una de las reticencias más comunes es la de comerse su piel. Muchos tienen la teoría infundada de que es peligroso o nocivo para la salud, aunque este no es el caso.  De hecho, es un snack popular en muchos países y culturas. Comer piel de pescado de una variedad de pescados grasos y magros puede ayudar a garantizar una ingesta adecuada de nutrientes, que incluyen proteína, ácidos grasos Omega-3, vitamina D, vitamina E, yodo, selenio y taurina. Pero, además, tiene otras propiedades, entre ellas para la belleza. 

BENEFICIOS PARA LA PIEL

Perfecto para la piel ya que le aporta vitaminas liposolubles que ayudan a mantener su  textura suave y elástica. También existe evidencia prometedora en cuanto a reducción de arrugas y signos de envejecimiento.  La piel del pescado es una buena fuente de colágeno y vitamina E, los cuales contribuyen a la salud de la piel humana. 

El colágeno es un tipo de proteína presente en todas las partes y tipos de pescado; por lo tanto, lo encontrarás tanto en las escamas como en los huesos, la carne y la piel. Por otro lado, la vitamina E es un antioxidante soluble en grasa, que se encuentra más comúnmente en pescados grasos como el salmón y la trucha.

Los ácidos grasos omega 3, influyen directamente en la calidad y aspecto de nuestra piel gracias a su efecto oxidante y dermoprotector, sus propiedades hidratantes –que aportan flexibilidad a la piel y mantienen la permeabilidad de las membranas celulares–, así como protección frente a la exposición solar.

El portal Soy Carmín destaca los beneficios de las escamas de pescado para mejorar la apariencia de las arrugas para preparar, por ejemplo, mascarillas. Mézclalas con agua, miel, leche y bicarbonato de sodio. Déjalo enfriar en el frigorífico hasta conseguir una textura gelatinosa. Después, aplícalo por toda la cara y déjalo actuar 20 minutos.  Realízalo dos veces en semana y notarás un aspecto mucho más rejuvenecido.

Por otro lado, hace unos años, investigadores brasileños, destacaron  la eficacia de la piel de tilapia, un pez originario de África.  Su piel, por su alto contenido en ácidos grasos, colágeno tipo I y III y su capacidad para retener la humedad se ha convertido en el blanco perfecto para su uso en quemados.