La fertilidad es un tema que se ha vuelto cada vez más preocupante en la sociedad actual. Cada vez son más las parejas que tienen problemas para tener un bebé y esto ha llevado a un aumento en la demanda de tratamientos de fertilidad. En este artículo, veremos algunas de las posibles causas de este fenómeno y cómo podemos abordarlo.

En primer lugar, la edad es un factor clave que influye en la fertilidad. Las mujeres nacen con un número determinado de óvulos y a medida que envejecen, el número disminuye. Esto significa que la calidad de los óvulos también disminuye, lo que puede hacer que sea más difícil quedar embarazada. Además, los hombres también experimentan una disminución en la calidad de su esperma a medida que envejecen, lo que también puede afectar la fertilidad de la pareja.

Otro factor que puede influir en la fertilidad es el estilo de vida. El estrés crónico, el tabaquismo, el consumo de alcohol y la obesidad pueden afectar negativamente la capacidad de una persona para concebir. El estrés crónico puede afectar las hormonas que regulan la ovulación, mientras que el tabaquismo y el consumo de alcohol pueden afectar la calidad del esperma. La obesidad, por otro lado, puede alterar el equilibrio hormonal y dificultar la ovulación.

La exposición a ciertos productos químicos también puede ser una causa de la infertilidad. Los productos químicos que se encuentran en los pesticidas, los plásticos y otros productos industriales pueden actuar como disruptores endocrinos, lo que significa que pueden afectar las hormonas del cuerpo. Estos disruptores endocrinos pueden afectar la producción y calidad de los espermatozoides, así como la ovulación en las mujeres.

Además, algunas enfermedades pueden afectar la fertilidad. Las enfermedades de transmisión sexual no tratadas, como la clamidia y la gonorrea, pueden causar inflamación y dañar las trompas de Falopio en las mujeres, lo que dificulta la fertilización. También pueden causar cicatrices que pueden bloquear las trompas de Falopio. La endometriosis, una enfermedad en la que el tejido del revestimiento uterino crece fuera del útero, también puede afectar la fertilidad.

Finalmente, la infertilidad también puede deberse a causas desconocidas. Aproximadamente el 10-15% de las parejas que tienen problemas para concebir no pueden identificar una causa específica. Esto se conoce como infertilidad sin causa aparente. Los factores que hemos visto como la edad, el estilo de vida y la exposición a productos químicos pueden contribuir a la infertilidad sin causa aparente.

Entonces, ¿cómo podemos abordar este problema creciente? En primer lugar, es importante fomentar un estilo de vida saludable. Reducir el estrés, dejar de fumar, limitar el consumo de alcohol y mantener un peso saludable pueden mejorar la fertilidad. También es importante evitar la exposición a productos químicos dañinos, como los pesticidas y los plásticos.

Otra opción es buscar tratamientos de fertilidad. Hay una serie de tratamientos disponibles, como la inseminación intrauterina y la fertilización in vitro, que pueden ayudar a las parejas que tienen problemas para concebir.