Enfermedades infecciosas

La coinfección de VIH y virus de la hepatitis C es cada vez más residual

  • Gracias a los nuevos enfoques terapéuticos la prevalencia se ha reducido en más del 80% en los últimos tres años

  • La erradicación de la hepatitis en estos pacientes, más cerca

Antonio Rivero, Juan González, José Ramón Arribas, Juan Berenguer  y Javier García–Samaniego.

Antonio Rivero, Juan González, José Ramón Arribas, Juan Berenguer y Javier García–Samaniego. / M.G.

En el momento en el que se encontraron tratamientos efectivos para las personas infectadas por VIH, la principal causa de morbimortalidad de estos pacientes pasó a ser la coinfección con el virus de la Hepatitis C, que era además especialmente prevalente en las personas infectadas a través de drogas intravenosas y suponía un peor pronóstico. Sin embargo, este problema de primer orden, en los últimos años ha conseguido ser algo casi del pasado. Y es que gracias al acceso universal en todas las Comunidades Autónomas a los antivirales de acción directa, la prevalencia actual de este tipo de coinfección es tan solo del 3,7%, según datos de 2018. Teniendo en cuenta que en 2015 la prevalencia era del 22,1%, se hablaría de una reducción del 83,3% en tan solo tres años.

Estas cifras corresponden al último estudio realizado por el Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Gesida), en el que se han recogido los datos de 1.733 pacientes en un total de 43 hospitales de toda la geografía española.

Respecto a cómo es posible esta importante disminución, en tan corto periodo de tiempo, sin duda, la irrupción de los nuevos tratamientos ha demostrado ser un antes y un después en estos pacientes. Aun así, cabe mencionar que estas cifras son mejores en la población coinfectada, que en la población que solo tiene el virus C, ya que los primeros, debido a su infección por VIH, entran más rápidamente en el sistema sanitario y gracias a la coordinación entre servicios, es habitual que tengan una mayor facilidad a la hora de recibir tratamiento que la población general.

La buena noticia, por tanto, es que, en palabras de Juan González, coordinador del estudio, estos porcentajes suponen que “falta muy poco para la ansiada meta de la eliminación del VHC entre los pacientes infectados por el VIH en España”. Sin embargo, eso no significa que todo el trabajo esté hecho, y es que según el experto se puede eliminar el virus, pero no las repercusiones que el mismo ha causado ya en el paciente, como son los casos de cirrosis. “Incluso en los casos tratados y curados, el 25% de estos pacientes tienen una cirrosis hepática, a pesar de no tener ya el virus”. Igualmente, Juan Berenguer, también coordinador del estudio, recordaba que los tratamientos curan el VHC, pero no inmunizan, por lo que es importante hacer saber a los pacientes el riesgo de reinfección en el caso de volver a exponerse a prácticas de riesgo.

Al ser silente en sus primeras fases hay personas afectadas que aun no lo saben

Asimismo, queda pendiente el problema de los pacientes que están infectados, pero no lo saben. De esta forma de los cerca de 200.000 pacientes infectados por VHC de forma global en España, unos 130.000 ya habrían sido tratados, pero en torno a 50.000 ni si quiera habrían sido diagnosticados. Por ello, son varias las autonomías que han puesto en marcha sus propias iniciativas para realizar cribados de virus de la hepatitis C en personas de entre 40 y 70 años, que es la población más prevalente.

Javier García–Samaniego, coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España, cree que este tipo de cribados podría ser coste efectivos, ya que simplemente se trataría de incluir el VHC en las analísticas sanguíneas. En este sentido, insistía en que para lograr una verdadera macroeliminación del virus es necesario un Plan de Cribado Nacional coordinado por el Ministerio de Sanidad.

más noticias de PACIENTES Ir a la sección Pacientes »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios