Provincia de Cádiz

"Se han sacado las cosas de quicio", dice Robles sobre los contratos con Arabia

  • La ministra de Defensa reclama "tranquilidad total" y anuncia quehoy hablará sobre el acuerdo de las bombas y las corbetas en el Senado

Margarita Robles, junto al Rey el pasado mes de julio en la entrega de despachos a suboficiales en San Fernando.

Margarita Robles, junto al Rey el pasado mes de julio en la entrega de despachos a suboficiales en San Fernando. / román ríos

Después de una semana en la que ha estado en el ojo del huracán, la ministra de Defensa, la socialista Margarita Robles, habló ayer por primera vez sobre la polémica surgida en torno a los contratos para vender 400 bombas láser y cinco corbetas a Arabia Saudí. Y lo hizo para simplemente lanzar un mensaje de "tranquilidad total" y para afirmar que "se han sacado las cosas de quicio" sobre estas cuestiones.

Tras toda la semana en silencio, después de que el Ministerio de Defensa confirmara el lunes pasado que por razones humanitarias anulaba un contrato de más de 9 millones de euros para vender a Arabia Saudí 400 bombas láser del Ejército español, Margarita Robles rompió ayer su silencio. Fue en la localidad conquense de Uclés, donde presidió un acto de izado de bandera y homenaje a los caídos junto al secretario general del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán. Allí, y tras ser preguntada por los medios de comunicación, la ministra de Defensa aseguró que hoy lunes hablará en el Senado "de todo" lo concerniente a la paralización de la venta de esas 400 bombas a Arabia Saudí, un contrato que data del año 2015.

La plantilla de Navantia en San Fernando prevé retomar mañana sus acciones de protesta

En su escueta intervención de ayer, Margarita Robles hizo una llamada a la "tranquilidad total" porque, añadió, en todo lo relacionado con los contratos de las bombas y las corbetas "las cosas se han sacado de quicio".

Defensa aseguró hace ahora una semana que se habían iniciado los trámites para paralizar la venta a Arabia Saudí de 400 bombas de precisión láser del Ejército español y que se devolverían los 9,2 millones de euros abonados ya por este país de Oriente Medio, dejando así sin efecto el contrato firmado entre España y Arabia Saudí en enero de 2015.

Las reacciones no se hicieron esperar y la Embajada de Arabia Saudí en Madrid, siempre según la versión del comité de empresa de Navantia en San Fernando, amenazó con suspender el contrato de construcción de cinco corbetas -que tiene una inversión prevista de más de 1.800 millones de euros- si no había una rectificación del Ministerio de Defensa español en tono al acuerdo de las bombas. Como primer paso de este ultimátum, Arabia canceló la visita que iba a hacer esta semana a San Fernando la máxima autoridad de la Armada saudí y su equipo de colaboradores.

De esta manera, y tras la sonora protesta realizada por la plantilla de San Fernando el pasado viernes, con un corte de tráfico en la autovía CA-33 que generó un colapso circulatorio en toda la Bahía, el Gobierno afirmó el viernes que la cancelación de la venta de las bombas era "una declaración de intenciones" del Ministerio de Defensa y que éste era un asunto que debía tratarse aún en una comisión interministerial.

Sin embargo, esos mensajes de calma provenientes del Ejecutivo de Pedro Sánchez no han reducido la crispación de la plantilla de Navantia-San Fernando, que ve peligrar un contrato, el de las corbetas, que creará unos 6.000 empleos anuales en el astillero isleño hasta el año 2022.

Por ello, el foco de atención sobre este asunto se dirigirá hoy hacia el Senado, donde intervendrá de la ministra de Defensa, pero también hacia el astillero de Navantia en San Fernando, donde el pleno del comité de empresa tiene previsto aprobar por la mañana un calendario de movilizaciones. Las protestas que se determinen se elevarán para su aprobación a la asamblea de trabajadores que se celebrará presumiblemente mañana. Incluso, hay operarios de la antigua Bazán que son partidarios de que mañana mismo se retomen las acciones de protesta en la calle.

Los representantes de estos trabajadores consideran que en estos momentos sólo una rectificación clara de la ministra de Defensa en torno al contrato de las bombas puede calmar a las autoridades de Arabia Saudí y, de esta manera, salvar el encargo de las corbetas.

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