Miguel Ángel Ibarra

"Por dignidad propia, seguramente no volveré a ejercer el sacerdocio"

  • El colombiano Miguel Ángel Ibarra, que ha sido párroco en Medina y Jimena, defiende la legalidad de su ordenación sacerdotal frente a las acusaciones de las autoridades eclesiásticas, que aseguran que es un falso cura

Miguel Ángel Ibarra, el supuesto cura que ha sido apartado de la Iglesia después de que la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia, en Colombia, denunciase irregularidades en su ordenación, defiende que es un sacerdote, valga la expresión, como Dios manda, nombrado según los cánones eclesiásticos.

"Quiero dejar claro que mi proceso de ordenación sacerdotal se llevó a cabo en 1998 siguiendo los protocolos establecidos en el Código de Derecho Canónico", aclara Ibarra, quien asegura también que dispone de la documentación pertinente que lo acredita y que la aportará ante quien haga falta para hacer valer su palabra.

"No he sido sacerdote 20 años, como se viene diciendo estos días en diferentes medios de comunicación", matiza el colombiano. "Pese a que fui ordenado sacerdote en 1998 por el entonces arzobispo de Tunja, monseñor Trujillo Arango, sólo ejercí como tal a partir de 2011, cuando fui incardinado (admitido e incorporado) a la Archidiócesis de Santa Fe de Antioquia por su arzobispo Orlando Corrales García".

Por lo tanto, según la versión de Ibarra, sólo ha desarrollado funciones de párroco durante siete años: desde 2011 y hasta el pasado 13 de diciembre, cuando las autoridades eclesiásticas denunciaron que "los papeles de la ordenación de Ibarra habían sido 'tratados' informáticamente con un 'corta y pega'", han explicado fuentes del ámbito religioso a este medio. 

De 1998 y hasta 2011, Miguel Ángel se dedica de lleno a su segunda gran vocación: la música. "Me hice cantante bajo el seudónimo de Ángel Serrati". Todos esos años no desempeña las tareas propias de un párroco, aduce, por una sencilla razón: "porque mientras no estás incardinado a una diócesis, no puedes ejercer el ministerio".

Una de las canciones del supuesto cura falso.

Ahora que han salido a la luz pública las supuestas irregularidades en su ordenación, el colombiano insiste en que en 2011 deja su carrera artística como cantante, autor y compositor para volcarse en la vida religiosa. "No tenía necesidad de falsificar ningún documento, ya que en mi país, por esa época, era exitoso como cantante y me ganaba muy bien la vida artística y profesionalmente".

La pregunta es inevitable, ¿por qué lo acusan entonces de ser un falso sacerdote? "Es lo que voy a tratar de esclarecer en Colombia. No comprendo cómo después de siete años de fecundo ministerio me vienen con esto". ¿Piensa que puede haber una mano negra detrás de todo este asunto?, ¿algún conflicto en los Obispados? "Conflicto entre obispos, jamás; una mano negra... bueno, eso es lo que voy a tratar de averiguar, qué motivo el comunicado de la Archidiocesis de Santa Fe".

Apartado de la Iglesia por orden de sus superiores, el supuesto cura asevera que va a viajar a su país natal en breve "para aclarar todo lo que tenga que aclarar. Llevaré conmigo los documentos que fueron avalados en su día por Corrales García, el obispo que me incardinó". Ibarra reitera que sus papeles están en regla. Por el momento, dice sentirse "tranquilo y con mucha esperanza. Todo está en manos de Dios y de los defensores de la verdad"

Miguel Ángel confía en que este conflicto se solucione de la mejor forma posible aunque sus declaraciones (vía Whatsapp) denotan decepción y cierto resquemor: "Por dignidad propia, seguramente no volveré a ejercer el sacerdocio". De ahí que el colombiano no descarte retomar su carrera musical. "Me fue muy bien como Ángel Serrati". 

Dudas sobre Sacerdotes de la Pasión

El supuesto cura asevera que fue ordenado sacerdote en 1998 por el arzobispo de Tunja, monseñor Trujillo Arango, para una fraternidad sacerdotal denominada Sacerdotes de la Pasión, sobre cuya constitución efectiva se ciernen serias dudas. 

Según Ibarra, "el santo obispo quería fundar una fraternidad sacerdotal", la ya mencionada Sacerdotes de la Pasión. Su intención era que ésta estuviese integrada "inicialmente por tres sacerdotes y un superior". 

Aunque el cura colombiano asegura que en su acta de ordenación queda reflejado que dicha fraternidad llegó a formalizarse como tal, fuentes religiosas consultadas por este periódico han señalado que Sacerdotes de la Pasión no se constituyó como fraternidad sacerdotal nunca. Pese a ello, Ibarra remarca que su acta de ordenación está autentificada por un juez eclesiástico.

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