-en su amplio currículum como cirujano especialista en trasplantes con reconocimientos internacionales, también se refleja que es un gran conocedor de la gestión clínica en la sanidad pública. ¿Traslada ese mensaje a los responsables de las instalaciones sanitarias?

-Así lo hice en el Hospital Clínico de Puerto Real, donde recientemente me invitaron para que hablara de los resultados de la gestión clínica, que es algo indispensable para el sostenimiento de la sanidad pública. Creo que siempre se pueden compartir ideas, sacar conclusiones y enriquecernos mutuamente.

-¿Por qué es tan importante la gestión clínica?

-Pues porque sin una buena gestión clínica el sistema sanitario publico difícilmente puede ser equitativo y eficiente. Por lo tanto hay que apostar por ella. Sin gestión clínica, desgraciadamente, no vamos a sobrevivir. No es más que implicar a los profesionales en el gasto que puede suponer y en la mejora de la calidad que ellos pueden dar. Por tanto, es la unidad funcional

-¿Es eficiente esa gestión en los hospitales de la provincia?

-Sí. La gestión clínica por sí misma supone una herramienta muy valiosa para que el sistema se pueda mantener. Es hacer las cosas bien, al menor precio y con la mayor garantía. Y en Cádiz se hace.

-¿Se sigue esa misma dinámica en todo el sistema sanitario andaluz?

-Con mayor o menor nivel dependiendo de la zona pero, sinceramente y de corazón, creo que en la sanidad andaluza el sistema de gestión clínica está bastante más avanzado que en el resto de comunidades.

-¿Hablar de abaratar costes en sanidad se puede confundir con recortes presupuestarios y, por tanto, con disminuir la calidad de la atención?

-Todo lo contrario. El dinero de la sanidad pública es de todos, por lo que hay que gestionarlo de la forma más eficiente. Hay que darlo a quien más lo necesita y en los procesos que realmente ocasionen resultados de insalud. Por lo tanto, lo que hay que hacer es distribuirlo bien. Hacer las cosas que hay que hacer, y si se puede hacer con menos dinero y con los mismos resultados, pues mejor. No podemos tirar cohetes con pólvora del rey.

-La Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Reina Sofía de Córdoba, que usted dirige, fue la primera de Andalucía en lograr la excelencia. ¿Cómo se consigue?

-Pues la verdad es que no lo sé. Es la primera conclusión de la conferencia que ofrecí en Puerto Real: que no tengo respuestas de cómo lo hemos hecho. Poco a poco, supongo. Lo que sí tengo claro y siempre intento trasmitir es que lo más importante es tener buenos compañeros y llevarse bien.

-Y obtener un cumplimiento global de estándares superior al 96%, como ocurrió en su Unidad.

-Sí, aunque a mí no me ha valido tener un cuadro de indicadores muy complicado. Para lograr la excelencia siempre hemos ido a la sencillez.

-Una de las fortalezas de la Unidad es ser referente en los trasplantes de pulmón. Cuando recibieron la excelencia habían realizado 35 trasplantes al año. En 2017 fueron 43. ¿Se sigue creciendo?

-El año pasado batimos nuestro récord con 43 trasplantes de pulmón en Andalucía, una cifra verdaderamente alta. Toda Andalucía está a buen nivel de trasplantes orgánicos y de médula. Creo que podemos estar satisfechos y sobre todo tranquilos porque el sistema sanitario andaluz ofrece garantías.

-¿Sigue siendo Andalucía un referente en las donaciones de órganos?

-Andalucía, en número de donantes por millón de población, está entre las primeras comunidades de España, lo que a su vez también significa estar en lo más alto de todo el mundo. El pueblo andaluz sigue siendo muy generoso y los sistemas de coordinación de trasplantes, que siempre son fundamentales, funcionan muy bien.