A las 11:00 horas del primer lunes de septiembre, el equipo de abogados que representa a la dirección de Visteon aprovechó para notificar, de forma oficial (tal y como había requerido la autoridad laboral) el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para la extinción de los 396 contratos de la planta de Cádiz Electrónica, en El Puerto.

Esta notificación, cursada igualmente en el Registro de la Delegación Provincial de Empleo, cogió por sorpresa a trabajadores y comité de empresa, que aguardaban la finalización del periodo estival para iniciar una negociación con la empresa. El ERE, según explicaron a este periódico fuentes de la empresa, insiste en la intención de cerrar antes del 30 de septiembre próximo debido a motivos productivos y económicos. Estas mismas fuentes detallaron que, según se recoge en ese expediente, la previsión para la fábrica portuense era de una disminución de pedidos y que ya en el segundo semestre del año tendría una drástica bajada. El problema, detallaron estas fuentes, es que Visteon no había podido conseguir un nuevo producto que sirviera de sustituto para las pérdidas derivadas de esa falta de trabajo. De ahí el cierre.

Por l o demás, desde la compañía informaron que nada ha cambiado desde que se conocieron los puntos que se incluyen en el plan social previo al cierre. Hay que recordar que esos puntos eran indemnizar con 30 días por año trabajado, que subirían a 35 "si se aceptan las condiciones"; negociar la búsqueda de otra actividad que se instale en la planta de El Puerto; traslados a otras factorías europeas, con prioridad para las españolas. Este plan social, que acompaña al ERE, fue rechazado por unanimidad de los empleados en una asamblea celebrada el mes pasado.

Esta notificación no fue bien recibida por la plantilla que, nada más saberlo, decidió salir a la puerta de la factoría y, a continuación, a la carretera que une El Puerto y Sanlúcar, delante de Cádiz Electrónica.

Durante unas dos horas aproximadamente, los trabajadores llevaron a la carretera su rechazo a los planes de la empresa, insistiendo en que los argumentos utilizados por Visteon no son suficientes para acabar con casi 400 puestos de trabajo. Pese a la presencia policial, no hubo incidentes.

Desde el comité de empresa, su presidente, Bartolomé Bruzón, explicó ayer a este periódico que "lo que alega la dirección lo negamos nosotros; no hay más que una deslocalización hacia el mercado asiático y no nos vamos a quedar parados". Por eso, anunció que a primera hora de esta mañana se celebrará otra asamblea de trabajadores en la que se someterá a aprobación un nuevo calendario de movilizaciones más contundentes.

Bruzón añadió que la plantilla está "indignada", ya que la "empresa alega causas productivas cuando ha sido la propia Visteon quien ha obligado a disminuir la producción de la planta de El Puerto al no enviar más componentes". Desde el anuncio de cierre, los trabajadores han denunciando en varias ocasiones que la planta estaba funcionando al 10% de su capacidad por la falta de estos componentes y así se lo hicieron constar a la Inspección de Trabajo.

Por su parte, el sindicato CSIF calificó ayer en un comunicado de "sorprendente" que la multinacional "sea incapaz de camuflar mejor sus verdaderas intenciones después de haber entregado un expediente vacío de contenido, usando unos argumentos sin peso y sin razón".

A partir de ahora se abre un periodo de consultas de 30 días lo que, en principio, hace inviable la intención de la empresa de cerrar antes del 30 de septiembre.