La huelga de Ryanair era conocida desde hace semanas. Este hecho resultó determinante para que la normalidad fuera absoluta ayer en el aeropuerto de Jerez durante la primera jornada de paros en la aerolínea irlandesa. La compañía tuvo tiempo suficiente para avisar a todos y cada uno de los pasajeros de las circunstancias que provocaba la huelga de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP).

Además, la aerolínea irlandesa subrayó ayer que todos los afectados por la huelga han sido reubicados en otros vuelos o se les ha devuelto el importe que pagaron por sus billetes.

Fue por ello que la terminal del aeropuerto de Jerez-La Parra mostraba una imagen de lo más normal ayer al borde de las cinco de la tarde, con la excepción hecha de que el vuelo que debía unir la ciudad con el aeropuerto de Barcelona-El Prat a las cinco de la tarde no despegó. Es más, ni siquiera llegó a estar disponible en la pista de la instalación de la carretera de Sevilla.

Tantro fue así que el vuelo, que suele despegar todos los miércoles de la temporada alta, ni siquiera apareció en las pantallas de información de los vuelos. El avión que debió despegar era un Boeing 737-800 con capacidad para 189 pasajeros ordenados en una sola clase. La ocupación de este vuelo iba a rozar el 80%, lo que viene a suponer que unas 150 personas tuvieron que buscarse una nueva conexión.

Para hoy, último día de huelga de los TCP, está previsto que se vea afectado un segundo vuelo a Barcelona desde Jerez. El despegue se habría producido a las 11:10 horas, con aterrizaje en la Ciudad Condal a la una de la tarde aproximadamente.