Provincia de Cádiz

El SOC denuncia las "míseras" condiciones de 2.000 jornaleros

  • El Sindicato de Obreros del Campo dice que hay 9 empresas que adeudan 1,24 millones de atrasos

Se parten los riñones durante siete horas diarias por un jornal de veinte euros, la mitad de lo estipulado en convenio. O todavía peor: faenan a destajo, a razón de doce céntimos el manojo de zanahorias. Sin protestar, siempre con miedo de que no les vuelvan a llamar. Para colmo, las empresas recolectoras les deben los atrasos de toda la campaña del año pasado. Y no les pagan la media hora que echan de más. Todo esto está sucediendo en plantaciones de Sanlúcar y Chipiona, al filo de los campos de golf, las piscinas y las segundas residencias con jardín de Costa Ballena, según denunció ayer Diego Cañamero, secretario general del Sindicato de Obreros del Campo (SOC).

Los afectados por estas "míseras condiciones laborales" son unos dos mil trabajadores agrarios empleados en la Costa Noroeste en la cosecha de la zanahoria y la remolacha de mesa, explicó Cañamero a este periódico . Se trata de jornaleros residentes en la zona, procedentes de otros municipios gaditanos como Espera o Medina Sidonia o sevillanos como El Cuervo.

Sin embargo, buena parte de las cuadrillas están compuestas por inmigrantes, sobre todo por marroquíes, pero también por polacos. "Estos últimos son los que sufren la peor situación, porque llegan a trabajar a destajo y hay días en los que el jornal apenas les llega a los cinco euros, cuando en el Convenio Provincial del Campo de Cádiz estipula que se deben pagar 39,13 euros diarios", añadió el máximo responsable del SOC.

Los atrasos que se adeudan a todos estos trabajadores equivalen a cuatro euros por jornal correspondientes a campañas de unos cinco meses, de forma que la media se sitúa en unos 620 euros por trabajador. El total asciende a la friolera de 1,24 millones de euros.

Los responsables de esta situación no son, en este caso, los propietarios de las tierras, aclaró Cañamero. Estos venden las zanahorias y las remolachas a empresas comercializadoras que contratan a sus propias cuadrillas para la cosecha. El Sindicato de Obreros del Campo apunta a varias firmas de incumplir el Convenio Provincial del Campo.

"Estamos hablando con los responsables de esas empresas, convenciéndoles de que tienen que pagar a los trabajadores lo que marca el Convenio Provincial del Campo de Cádiz. Les hemos dado un margen de una semana, pero si no responden en ese plazo, convocaremos una huelga en el sector", aseguró con decisión el secretario general del SOC.

La situación en el campo, según Cañamero, es alarmante, sobre todo entre los inmigrantes. "Muchos no tienen contrato y no se les reconoce ningún derecho. Se trata de un cultivo social que dura cinco o seis meses y del que tienen que vivir el resto del año. Cunde el miedo a que no les vuelvan a contratar. Nadie vigila de que se cumplan las condiciones pactadas. Las estructuras democráticas y de Justicia todavía no han llegado al campo".

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