El Príncipe de Asturias visitó durante toda la jornada de ayer el Buque de Proyección Estratégica Juan Carlos I para conocer in situ las capacidades logísticas y operativas de este portaaeronaves que está concluyendo su Plan de Actividad de Entrada en Servicio. De hecho, la Armada prevé acabar la fase de calificación operativa del buque a finales de este año, de manera que en 2012 estará listo para efectuar las misiones que le sean encomendadas.

Tras embarcar en la Base Naval de Rota, Don Felipe presenció en aguas de la Bahía de Cádiz una demostración dinámica que incluyó tomas y despegues de aviones AV-8B Harrier II Plus y helicópteros Augusta Bell 212, ejercicios contraincendios y movimientos de embarcaciones y vehículos anfibios en el dique. El mayor buque de guerra construido en España, que puede llevar en total a 1.435 militares, está diseñado para desarrollar operaciones anfibias y de aeronaves, aparte de su capacidad de proyección estratégica y de ayuda humanitaria. No en vano, dispone de un hospital dotado de unas instalaciones sin precedentes en un buque de la Armada, pudiendo admitir el ingreso de hasta 18 enfermos. En los ejercicios de ayer participaron alrededor de 300 militares.

En un refrigerio con brindis que compartió con la dotación, el Príncipe comunicó el "deseo" del Rey Don Juan Carlos de "volver lo antes posible" al buque que lleva su nombre, recordando que en su visita del pasado 5 de abril no pudieron llevarse a cabo todos los ejercicios programados debido a las condiciones meteorológicas de aquel día. Don Felipe manifestó que "el nombre, la importancia, la versatibilidad y el futuro que tiene por delante este buque nos debe llenar de orgullo y nos debe motivar para sacarle el mayor provecho". Aludió al "esfuerzo añadido" que supone para la dotación del buque el hecho de que se encuentre "en plena faena de evaluación y calificación operativa, teniendo en cuenta, además, las limitaciones existentes, porque todavía falta poner a punto sistemas, respuestos, pertrechos; dificultades que, sin duda, constituyen un estímulo más para hacerlo lo mejor posible".

Como oficial de la Armada, el Príncipe dijo sentir un "enorme orgullo" al "navegar por primera vez en el mayor buque que nunca ha tenido la Armada Española". Explicó que quiso que su visita se desarrollara en plena evaluación operativa argumentando que así "se tiene una noción mayor y mejor de cómo es la vida a bordo, en qué situación está el buque y su dotación, y qué capacidades demuestra". En este sentido, agradeció el "esfuerzo" de la dotación que le había permitido "ver lo máximo en tan poco tiempo".

El buque Juan Carlos I, que fue entregado en el mes de septiembre de 2010, es el resultado de los años de experiencia de la Armada con unidades que tienen capacidad aeronaval y anfibia. De hecho, en el mismo confluyen la experiencia humana y técnica del portaaviones Príncipe de Asturias y de los buques de asalto anfibio de la clase Galicia.

El Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Manuel Rebollo, y el Almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, entre otras muchas autoridades militares, acompañaron al Príncipe de Asturias en esta intensa jornada en el buque. En el brindis, el Ajema agradeció a Don Felipe su visita en nombre de todos.