En las elecciones municipales de mayo de 2011, el PP de Andalucía logró la proeza de llevarse de calle las ocho alcaldías de las capitales de provincia, más Jerez, Algeciras y Marbella y otro buen puñado de poblaciones con un número de habitantes considerable. Ocurrió en plena efervescencia popular a escala nacional, un tsunami que llevó a Rajoy a hacerse con la presidencia del Gobierno en diciembre de ese mismo año.

El PSOE-A logró hacerse fuerte en la Junta hasta 2019, año en el que el sorpasso de la derecha (PP, Cs y Vox) le arrebató el Gobierno andaluz, con un Juanma Moreno que con su pinta de yerno perfecto se ha consolidado desde entonces como líder. Y ahí seguirá largo rato, hasta que Feijóo decaiga. Atentos.

"Bajo la sombra del alcalde-faraón más especial de todos los que en el mundo existen es imposible que crezca la hierba"

Algeciras, con José Ignacio Landaluce al frente, es una raya en el agua en el panorama político del Campo de Gibraltar. ¿Por qué los populares de la comarca fracasaron en las elecciones municipales de 2015, 2019 y llevan camino de hacerlo también en las de 2023? Sencillamente, porque no hacen partido, todo lo contrario que los socialistas… hasta cuando se pelean entre ellos. Y porque bajo la sombra del alcalde-faraón más especial de todos los que en el mundo existen es imposible que crezca la hierba.

Todos los cargos institucionales de relevancia que el PP campogibraltareño (si es que puede hablarse de una estructura como tal) ha ido colocando acá y allá son de Algeciras: desde el propio Landaluce en el Senado a Pilar Pintor en el Parlamento autonómico (precedida de Jacinto Muñoz), pasando por Eva Pajares como delegada territorial de Salud y Consumo y Javier Rodríguez Ros como subdelegado del Gobierno andaluz en la comarca, sin olvidar por méritos propios -reconocidos dentro y fuera- a Gerardo Landaluce como presidente de la APBA. La excepción es el barreño David Gil, delegado de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, aunque desposeído de las funciones de coordinador del partido en la comarca. Mención aparte merece Inmaculada Olivero, responsable de Economía, Hacienda, Fondos Europeos, Política Industrial y Energía, linense de cuna y ex concejal en su pueblo, pero también de Tarifa y afincada en Cádiz desde hace años. Incluso si echamos la vista un poco más atrás, el último presidente del PP de la Mancomunidad de Municipios fue otro algecireño, Luis Ángel Fernández.

También es responsable de este desbarajuste la dirección provincial de un presidente provincial casi invisible como Bruno García (qué tiempos, qué diferencia con una correcaminos como Ana Mestre) cuya presencia tenderá a ser aún menor a partir de ahora si es designado como parece candidato a la Alcaldía de la capital.

Una comarca multicolor

El caso de San Roque, descrito ayer por Europa Sur, es paradigmático. Desde la dimisión en 2021 de quien fuese su candidata a alcaldesa en dos ocasiones, Marina García, el PP ha ido tocando diversas teclas -mientras su sede local permanecía cerrada- a la búsqueda de un mirlo blanco llamado José Manuel Laza al que han pretendido engatusar con cargos de cuarto nivel. Y tampoco pinta mucho mejor la cuestión para el PP en Los Barrios, donde el candidato será el Pablo García en vez de Antonio Dávila (la juventud se pena aún en el partido de la gaviota); en La Línea, donde la única duda es si Juan Franco aumentará o no sus 21 concejales; Tarifa o Castellar.

"La duda del PSOE radica en si la diáspora del resto de partidos a su izquierda le permitirá contar con aliados para formar un gobierno municipal"

El inicio extraoficial de la campaña de las elecciones municipales será tras el paseo por la alfombra roja de Fitur de la semana entrante. Por lo que se refiere a la comarca, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix y los otros alcaldes de su partido pueden estar tranquilos. Y lo mismo puede decirse de Miguel Alconchel al frente de Los Barrios 100x100.

Las alianzas

A falta de cuatro meses mal contados, las dudas se centran sobre todo en Algeciras, básicamente en dos vertientes. De un lado, nadie duda de la victoria de José Ignacio Landaluce, pero sí de si este será capaz de arrastrar en su favor los votos logrados por Cs hace cuatro años y parte de los de Vox: el PP obtuvo en 2019 trece concejales (ojo, con unos doscientos votos más hubiese logrado la mayoría absoluta), en tanto que los naranjas se apuntaron dos representantes y otros tantos la ultraderecha. Entre todos ellos, 17 frente a los 10 del bloque de izquierdas.

La diferencia parece insalvable y, sin embargo, la duda del PSOE no radica en la capacidad de Rocío Arrabal como cabeza de cartel, sino en si la enorme diáspora del resto de partidos a su izquierda le permitirá contar con aliados en el Consistorio para formar un gobierno municipal. Y una addenda: ¿Se presentará finalmente el magistrado Gutiérrez Luna?