Tribuna

juan antonio carrillo

Profesor de Derecho. Abogado

El maestro Clavero en su lugar

Convertido hoy en Instituto Universitario de Investigación de la Universidad de Sevilla, se ha consolidado en un centro de investigación de referencia internacional

Conocí vivencias de D. Manuel Clavero desde muy niño. Era el Decano de Derecho cuando mis padres estudiaron, profesor de ambos, y quien sugirió a mi padre su tema de tesis. Trabaron una amistad duradera, crecida en tantos lugares de encuentro compartidos. En mi condición de alumno y profesor, en su misma materia, viví algunas en primera persona, salpicadas luego a lo largo de mi carrera profesional, en la que tengo el honor de compartir la docencia en el que fue su Departamento y ejercer -como él- la abogacía en su misma disciplina.

De todas sus enseñanzas, una de las que más profundamente ha calado en quienes nos hemos educado en su "escuela" académica es el tributo debido a los maestros.

D. Manuel dio un ejemplo proverbial dando el nombre del suyo, D. Carlos García Oviedo, al Instituto de Investigación que él creó en 1954 en la Facultad de Derecho de Sevilla. Desde entonces, bajo su dirección primero, y con el relevo de sus discípulos "de primera generación", los profesores Pérez Moreno, López Menudo, Escribano Collado y Rivero Ysern; y de "segunda generación", los profesores Barnés Vázquez, Barrero Rodríguez, y ahora Guichot Reina, el Instituto se ha convertido en sus más de 65 años de vida en un centro de investigación en Derecho Público de primera línea; sin duda, el más reconocido en su campo a nivel nacional. Mi primer despacho de becario estaba en la sede del Instituto, y allí aprendí que no es posible formarse en mi disciplina sin conocer y frecuentar la colección editorial García Oviedo, que cuenta en su haber con obras esenciales para la comprensión del Derecho Público. En la docencia de postgrado y de alta especialización, son centenares los seminarios, jornadas y cursos organizados por el instituto a lo largo de la historia, algunos tan exitosos como el Curso de Expertos en Ordenación del Territorio, Urbanismo y Medio Ambiente, impulsado por mi maestro, el profesor López Menudo, en su época de director, que ha formado a generaciones de urbanistas y de funcionarios del más alto nivel.

Convertido hoy en Instituto Universitario de Investigación de la Universidad de Sevilla, oficialmente reconocido como tal desde 2011, e integrado por una treintena de doctores pertenecientes a la de Sevilla y a otras universidades andaluzas, se ha consolidado en un centro de investigación de referencia internacional, que acoge a investigadores de todo el mundo que lustran en él su currículum. El premio internacional de investigación que lleva su nombre, que este año alcanza su séptima edición, es hoy un codiciado galardón para los investigadores más sénior de la disciplina. No sería justo soslayar aquí que la ubicación permanente del Instituto en el seno de la Facultad de Derecho ha sido una fuente de enriquecimiento mutuo que ha contribuido a que nuestra Facultad siga siendo hoy la que egresa a los mejores juristas andaluces y, según el ranking Universidad-empresas, a los más demandados por éstas de España.

Recientemente, los miembros del instituto hemos acordado, a propuesta -luminosa- de su actual director, renombrarlo como Instituto Universitario Manuel Clavero Arévalo, lo que ha sido aprobado por el Consejo de Gobierno de la Universidad y está pendiente de ratificación por la Junta de Andalucía. Al César lo que es del César. Me consta que D. Manuel ha acogido la decisión con el elegante pudor de un espíritu grande, resignado por el único argumento irrebatible: el mismo tributo al maestro que él prestó en su día. Maestro de juristas. Maestro de personas de bien.

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