Tribuna

Ezequiel martínez

Escritor y periodista

Emergencia climática

Suelo decir que el coronavirus es un emisario del cambio climático que se anuncia más destructivo que el Covid-19

Emergencia climática Emergencia climática

Emergencia climática / rOSELL

El Covid-19 está constriñendo nuestro marco mental. Sin duda, es el problema más grave que tenemos desde la Segunda Guerra Mundial. Millones de contagiados en el mundo, cientos de miles de muertos. Amplios sectores de la economía devastados. La industria, el comercio, la cultura, agonizantes. Y la esperanza de una vacuna para 2021. Un drama también, el de los miles de emigrantes en la isla griega de Lesbos. Ante el televisor, refugiados hacinados, muchos niños, abandonados a su suerte, malviviendo a la intemperie, nos remueven las conciencias, y nos hacen pensar en la realidad y el deseo de una Europa abierta, solidaria, fraternal y hospitalaria, aunque el problema de las migraciones no es fácil de resolver. Cada vez habrá más éxodos masivos. Las frecuentes pateras nos lo confirman en las costas andaluzas. A veces, ¡los árboles nos impiden ver el bosque! Pienso en los dantescos incendios que asolan la costa oeste de EEUU, Australia, Galicia o el Andévalo. Pienso en huracanes, danas, inundaciones, altas temperaturas, deshielo de glaciares. La concentración de C02 en la atmósfera ya supera las 410 ppm. En muchos países imperan la guerra y el horror, las luchas tribales, la sequía y la falta de agua obligan a la gente a la diáspora; la seguridad y los derechos y libertades brillan por su ausencia. África, Asia, América, con ínfimos recursos sanitarios agravados ahora por el coronavirus. Y muchas de esas emigraciones tienen que ver con el cambio climático. Los científicos de la ONU nos advierten ya de emergencia climática.

"La vida tal como la conocemos se encuentra amenazada a causa de las alteraciones climatológicas que harán más difícil nuestra vida en la Tierra. Debemos luchar hoy por la supervivencia de nuestra especie el día de mañana". Así lo expongo en mi último libro S.O.S. Emergencia Climática (Utopía libros, Córdoba, 2020). Suelo decir que el coronavirus es un emisario del cambio climático que se anuncia más destructivo que el Covid-19. El Consejo de Ministros declaró en enero la emergencia climática, y en mayo aprobó el proyecto de ley de cambio climático y transición energética, que remitió a las Cortes, donde se tramita. Para 2030, se prevé reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero, respecto a los niveles de 1990, y que España alcance la neutralidad de emisiones en 2050. La ley aplicará medidas de desarrollo sostenible, resiliencia, justicia social, protección de la salud pública, mejora de la competitividad de los sectores productivos y algo tan primordial y tan difícil, según vemos, como la cooperación entre las diferentes administraciones. En Andalucía disponemos de una Ley 8/2018 de 8 de octubre, de medidas frente al cambio climático y para la transición energética, que entró en vigor el 15 de enero de 2019. En la exposición de motivos se dice: "El cambio climático tiene consecuencias en las esferas ambiental, económica y social". Artículo 1 a) "se recomienda reducir las emisiones de GEI e incrementar la capacidad de los sumideros de C02, acorde con los objetivos de la UE y del Gobierno de España para una transformación de nuestra economía hacia una economía baja en carbono y resiliente al clima. La pregunta es: ¿las diferentes consejerías de la Junta tienen aplican esta ley, antes de aprobar proyectos y medidas económicas, sociales y ambientales? ¡Qué los árboles no nos impidan ver el bosque!

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