Tribuna

manuel chaves

Expresidente de la Junta de Andalucía

Constitución y Monarquía

Se intenta poner contra las cuerdas a la Monarquía y al Estado y hay que recordar que todos los ciudadanos, incluido el Rey emérito, tienen derecho a la presunción de inocencia

Constitución y Monarquía Constitución y Monarquía

Constitución y Monarquía / rosell

El Articulo 1 de la Constitución Española (CE) establece en su apartado 3 que "La forma política del Estado español es la monarquía parlamentaria". En el referéndum convocado para la aprobación del texto constitucional, el 88% de los españoles que acudieron a las urnas votaron afirmativamente la CE. Pero de este resultado no cabe deducir que los españoles se hubieran convertido, de la noche a la mañana, en acérrimos monárquicos. Mas bien, ante los riesgos que amenazaban el futuro democrático, hicieron un deposito de confianza en la monarquía parlamentaria, representada por el rey Juan Carlos I.

En este mismo sentido, es preciso recordar el debate que se abrió en un partido histórica e ideológicamente republicano como el PSOE; debate que se reflejó en la posición adoptada en el Congreso de los Diputados. Ciento quince diputados socialistas se abstuvieron en la votación sobre la monarquía como forma política del Estado. El diputado socialista Luis Gomez Llorente había fijado previamente la posición del PSOE en tres puntos: la prioridad en la defensa de la democracia ante el riesgo de que la opción monarquía-república provocara nuevamente la polarización y división entre los españoles; la consideración de que una monarquía parlamentaria podía ser compatible con los principios y derechos democráticos contenidos en la CE; y, por ultimo, el consenso para conseguir una Constitución para todos los españoles. El PSOE la votó afirmativamente y, desde entonces, su defensa incondicional, su desarrollo legislativo y el respeto a la institución monárquica fueron claves de su estrategia política y de su acción de gobierno. En definitiva, creo que la utilidad de la Monarquía a la democracia y a España planeó sobre el debate social y político de la CE .

Estas referencias históricas no son gratuitas. La CE articuló la legitimación constitucional y democrática de la monarquía parlamentaria con la facultad arbitral y moderadora de las instituciones, bajo el principio de que "el rey reina pero no gobierna". No obstante, el rey Juan Carlos fue consciente, desde el primer momento, de que la estabilidad de la institución monárquica en el sistema político no dependía sólo de su legitimidad constitucional, sino también de su respeto a la CE, de su trabajo, cercanía y empatía con los españoles; es decir, de la legitimidad por el ejercicio de sus funciones constitucionales. Creo que éste fue el legado histórico del rey Juan Carlos: la consideración de la Monarquía como institución clave para el funcionamiento de la democracia. La transición democrática no se entiende sin el papel del Rey: basta recordar una vez más su defensa del orden constitucional frente al intento de golpe de Estado del 23-F de 1981.

Es importante recordarlo cuando, en estos días, se intenta colocar contra las cuerdas a la Monarquía y al Estado. Los recientes hechos publicados y atribuidos al Rey emérito, de ser ciertos, son muy graves y han causado sorpresa e inquietud en los españoles. Por ello, necesitan ser aclarados. Pero es necesario señalar dos cosas: primera, que en el Estado de derecho todos los ciudadanos, incluido el Rey emérito, tienen el derecho a la presunción de inocencia y segunda que será la Justicia quien determine las posibles responsabilidades penales. Y si las hubiere, nada podrá justificar ni compensar estas responsabilidades. Pero lo que está ocurriendo no sólo afecta a la Casa Real, es también una cuestión de Estado y un problema de Gobierno: partidos políticos (y no sólo los partidos independentistas catalanes), determinados periódicos digitales y algunos especialistas en chantajes y cloacas coinciden, aunque por distintos motivos, en el intento de largo alcance de abrir una investigación política sobre la Monarquía constitucional para socavar el sistema político de 1978.

Desde la aprobación de la Constitución Española de 1978 la trayectoria de la democracia ha sido ejemplar y la utilidad de la Monarquía para ello ha sido evidente. Y no creo que sea una buena idea entrar en el juego de quienes pretenden desarbolar lo que denominan el Régimen de 1978.

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