Un test de estrés para nuestra democracia

La manera en que el Estado consiga superar la crisis catalana marcará el futuro de España durante décadas

Los españoles hemos asistido esta semana pasada a uno de los momentos más complicados de nuestra democracia. Son muchas las comparaciones que se han realizado entre el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y los sucesos vividos en el Parlamento de Cataluña en los últimos días. Más allá de lo acertada o no de la comparación, lo cierto es que la intentona separatista está suponiendo un test de estrés para nuestras instituciones democráticas y, sobre todo, para el conjunto de la sociedad española. Tras la aprobación por un Parlamento autonómico de dos leyes claramente anticonstitucionales para intentar finiquitar la soberanía nacional, y tras ver cómo se conculcaban los derechos más elementales de los diputados catalanes, los poderes y administraciones del Estado han reaccionado con la contundencia que requería la gravedad de la situación, estrechando el cerco jurídico, policial y económico para impedir que la bola de nieve del procés siga creciendo descontroladamente. Sin embargo, la cuestión aún está muy lejos de solucionarse y quedan abiertas muchas interrogantes. Cataluña, hoy por hoy, es un polvorín. La manera en que el Estado y la sociedad consigan superar la grave crisis catalana marcará el futuro de España durante décadas, de ahí la importancia de lo que nos jugamos en los próximos meses.

Probablemente, mañana lunes, 11 de septiembre, el independentismo haga una importante demostración de fuerza. También que el 1 de octubre monten alguna algarada y consigan colocar algunas urnas, sobre todo en los municipios más nacionalistas. Pero eso ya está en el guión. Lo importante será lo que venga después, cuando se inicie una negociación del nuevo modelo territorial (financiación incluida), algo que tarde o temprano llegará. En esos momentos habrá que estar vigilantes para evitar que, bajo el pretexto de la pluralidad, se concedan privilegios a los que han intentado saltarse la legalidad y romper nuestra democracia.

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