Un revés, pero no un desastre

El apoyo de Europa a España frente al desafío de los secesionistas catalanes sigue siendo firme

La decisión, esta semana, de un tribunal alemán de no extraditar a España al ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont para ser juzgado por un delito de rebelión es un importante revés para la estrategia judicial contra los principales líderes del procés, pero ni mucho menos ese desastre que algunos, con evidente exageración, han querido ver. El hecho de que la Justicia germana no comparta los criterios del Tribunal Supremo sobre si existieron en Cataluña las suficientes dosis de violencia para justificar un proceso por rebelión, no significa en absoluto que Europa haya dado la espalda a España en su lucha contra el intento de los independentistas catalanes de violentar las leyes y derechos más elementales para finiquitar la soberanía nacional, el autogobierno de Cataluña y la unidad nacional. Hoy por hoy, nada indica que tanto la UE como los gobiernos de los diferentes países que la componen duden de su firme apoyo a España, conscientes como lo son de que un triunfo de la secesión podría conllevar un efecto dominó de consecuencias imprevisibles y catastróficas para un continente en el que los conflictos identitarios siempre están a flor de piel. El apoyo político de Europa es indudable y, según los expertos, aún hay vías judiciales para revertir la decisión de la Audiencia Territorial de Schlewsig-Holstein. El juez del Supremo Pablo Llarena y la Fiscalía ya están estudiando acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Sin embargo, aunque finalmente no se lleve a cabo o fracase dicha iniciativa, es más que probable que Puigdemont sea extraditado a España por un delito de malversación, el cual le puede llevar a la cárcel. Es más, si los soberanistas hubiesen leído con atención las razones del tribunal alemán, probablemente no habrían realizado esas exageradas muestras de júbilo con las que nos sorprendieron el jueves. Es muy importante resaltar que la Justicia germana no secunda el argumento de Puigdemont de que es víctima de una persecución política en España, acabando así con una de las principales falacias de los artífices del procés.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios