El preocupante horizonte económico

España necesita unos PGE y estabilidad para poder afrontar con fortaleza la época de turbulencias económicas que parece acercarse

La economía española ha empezado a frenarse, según los análisis de instituciones como el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que recortan sus previsiones para nuestro país. Tras un trienio creciendo al 3%, la economía ya da señales de ralentización, con avances trimestrales de sólo el 0,6%. La clave del frenazo es el deterioro del mercado exterior. España, hasta ahora, estaba funcionando mejor que muchas economías de su entorno, pero era cuestión de tiempo que la nueva mala racha nos alcanzase. Gracias al consumo interno, al aumento de las inversiones y la construcción residencial (la dependencia al sector sigue siendo muy importante) esta caída ha sido menos drástica.

Sin embargo, el problema económico se está viendo agravado, inevitablemente, por la situación de inestabilidad política. Es sabido que, en el actual mundo de los mercados globales, las decisiones de los gobiernos y los contextos nacionales tienen una importancia relativa en el desarrollo de la economía. Sin embargo, sería una ingenuidad y una falsedad pensar que el retraso que acumula la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, la debilidad parlamentaria en la que se encuentra el Gobierno o la escalada de la tensión en Cataluña -en la que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, parece haber perdido toda perspectiva- no estén horadando las posibilidades de la economía española.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debe ser muy consciente de esta preocupante situación. Con un panorama político normalizado podríamos pedir a la oposición que, por el bien común, facilitase de algún modo la aprobación de los presupuestos. Pero esto sería un ejercicio de voluntarismo difícilmente creíble. Tras la moción de censura que desalojó al presidente Mariano Rajoy, cualquier posibilidad de acuerdo entre el PSOE y el PP es una quimera, más después de que los socialistas probablemente vayan a ser desalojados de la Presidencia de la Junta de Andalucía por la coalición entre los populares y Ciudadanos. Así las cosas, Sánchez debe empezar a hacer un recuento serio de sus apoyos y posibilidades. España necesita unos presupuestos y un mínimo de estabilidad para poder afrontar con fortaleza la época de turbulencias económicas que parece acercarse.

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