La precipitación marca un Carnaval a contracorriente

El Ayuntamiento puede optar por dejar el Concurso del Falla en su fecha habitual y decidir más adelante si ha de aplazar la fiesta de la calle por culpa del Covid

La decisión de celebrar el Carnaval de Cádiz después de Semana Santa por miedo al Covid ha pillado por sorpresa a la mayoría de gaditanos, porque va a contracorriente de otras fiestas y tradiciones que sí regresarán en su fecha habitual. La noticia saltó a la vez que se confirmó que las procesiones regresarán a la calle y justo cuando la Junta de Andalucía, en un nuevo paso hacia la normalidad, anunciaba la supresión de las restricciones en el ocio y la cultura, en general, a la vista de la buena evolución de la pandemia. Tras la paulatina vuelta del público a los estadios y los conciertos, tampoco habrá límite de aforo en los cines y teatros. Y pese a ello, el Ayuntamiento de Cádiz justificó su arriesgada decisión en su temor a una sexta ola del virus durante los ensayos con vistas al COAC. El miedo a tener que suspender el Concurso ha condicionado todo lo demás, sin importar que se pise con varias ferias, ni que el Domingo de Piñata coincida con el Corpus, que los ensayos de las agrupaciones se solapen con la Cuaresma y la Semana Santa, o que el concurso de la cantera, por citar sólo otra contrariedad, se tope con el fin de curso. No conviene bajar la guardia frente al virus por mucho que desciendan los positivos, pero se podría ganar tiempo antes de adoptar una decisión de este calado que trastoca los planes de tantísimos colectivos e instituciones. Hoy es imposible no preguntarse si no era posible mantener los ensayos y celebrar el Concurso en su fecha, para decidir más adelante qué hacer con la fiesta en la calle, acumulando toda la información posible antes de precipitarse. Cádiz se ha desmarcado con su aplazamiento por libre de ciudades como Tenerife en las que no se retrasa el Carnaval, al tiempo que pone en jaque a poblaciones vecinas que no saben qué hacer con el suyo.

El temor a que un aumento de los contagios obligara a separar el COAC de la fiesta es razonable, pero aún no se ha explicado bien por qué los gaditanos han de ver alterado su calendario festivo, ni qué garantías ofrecen los expertos municipales para impedir que el repunte llegue en primavera. Muchos aficionados, bajo esta incertidumbre, incluso se preguntarán de qué sirve vacunar al 90% de la población si en Cádiz la vida sigue igual.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios