La conveniencia de un CIS andaluz

Andalucía carecía hasta ahora de un organismo oficial autonómico dedicado a la investigación sociológica regional

El consejero de Presidencia y Administraciones Públicas de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, anunció ayer en Málaga, en un desayuno informativo organizado por el Grupo Joly, editor de este periódico, y el Banco Santander, que el Centro de Estudios Andaluces, que depende de su departamento, ampliará sus funciones para tener competencias sobre la elaboración de encuestas de opinión, con el objetivo de crear con éstas un "barómetro andaluz" de carácter trimestral. De facto, el anuncio supone la puesta en marcha de una especie de Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de ámbito regional. A lo largo de los casi cuatro decenios de autogobierno, Andalucía no ha tenido como tal un organismo para la investigación sociológica. Durante años el Instituto de Estudios Avanzados (Iesa), con sede en Córdoba, organismo dependiente del estatal Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), elaboró en convenio con la Junta de Andalucía el denominado Barómetro de Opinión Pública de Andalucía, así como un Ecobarómetro y un Barómetro Andaluz de Cultura. En el ámbito de las investigación sociológica electoral, que el Iesa incluía también en sus desaparecidos barómetros de opinión, el Centro de Documentación Política y Electoral de Andalucía (Capdea), dependiente de la Universidad de Granada, se encargó en los últimos años de ofrecer encuestas que dejó de hacer por falta de fondos. Nuestra comunidad, pese a su importancia poblacional, de extensión de territorio, peso económico y social, carece por tanto de un centro que haga estudios sociológicos. En el puro plano estadístico sí se cuenta con el reputado trabajo del Instituto Andaluz de Estadística y Cartografía. Así que Andalucía adolece, frente a otras autonomías homologables, de falta de organismos similares al Centro de Estudios de Opinión de Cataluña. Cubrir esa carencia nos parece acertado. Es positivo para Andalucía contar con una fuente oficial que ofrezca datos de opinión de carácter trimestral que sirvan para estudiar la realidad social, económica y empresarial andaluza y también para ver qué opinan los ciudadanos de la evolución del Gobierno, tal como explicó Bendodo en Málaga. La fórmula que ha escogido el Gobierno de la Junta de Andalucía es ampliar las competencias del Centro de Estudios Andaluces, en lo que supone seguir un modelo más parecido al catalán que al del País Vasco, donde se elabora un Euskobarómetro desde la universidad pública. Tomada la decisión, se impone la elección de profesionales de la sociología que hagan de este futuro barómetro trimestral de Andalucía una herramienta rigurosa y útil para la sociedad, con prestigio y alejada del partidismo.

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