Las tasas de contagio de coronavirus en España siguen siendo muy altas, por lo que se impone durante el período navideño una restricción de la movilidad en todo el país para no hacer de estos días un nuevo verano que nos lleve a una tercera ola de muertes. El Gobierno central, de acuerdo con una mayoría de comunidades, ha acordado unos criterios básicos para la celebración de los días más señalados. Así, el toque de queda se aplaza a la 01:30 de la madrugada en Nochebuena y Nochevieja; las reuniones familiares no deberán pasar de 10 personas, incluidos los menores, y sólo se podrá cambiar de comunidad en esas fechas para almorzar o cenar con familiares. Lo que se pretende con ello es evitar los cientos de miles de desplazamientos que se producen durante la Navidad, que junto al verano y la Semana Santa son los grandes períodos vacacionales de los españoles. El riesgo de una tercera ola es más que real, España estará en esos días en una incidencia del Covid mucho mayor que en junio, cuando se inició la anterior desescalada. Dos semanas de movimientos por todo el país terminarían por provocar miles de muertos a finales de enero y principios de febrero. Lo que ha hecho el Gobierno es marcar unos límites de acuerdo con las comunidades, pero es ahora la Junta la que debe decidir sobre otros factores esenciales en Navidades: el régimen horario de comercios y bares y restaurantes. Sólo Madrid se ha opuesto al cierre perimetral de las comunidades. El Gobierno andaluz esperará hasta el próximo miércoles para adoptar una decisión, y es posible que alivie el cierre vespertino de estos sectores, los más castigados durante esta crisis, pero entendemos que debe hacerse con los últimos datos sobre la mesa. Hay que apuntar que Cataluña vuelve a tener un pequeño repunte ahora que ha flexiblizado sus cierres. En estos momentos, Andalucía es una de las comunidades que están aplicando unas restricciones más duras, por lo que la Junta tiene un pequeño margen para aliviar la situación del comercio y de la hostelería. Es posible que las primeras vacunaciones se produzcan en enero, por lo que es sensato aguantar este tramo final de la pandemia.