Retrato de Andalucía para los Reyes

Las Tres Mil es un compendio de todo lo que Andalucía debería, y no logra, dejar atrás para reducir la brecha con otras regiones

Si no fuera porque conocen de primera mano y desde hace muchos años la realidad andaluza, la visita que ayer realizaron los Reyes a Sevilla y a Córdoba, dentro del periplo que los llevará por todas las comunidades autónomas tras el levantamiento del estado de alarma, les habría servido para tomar contacto con tres realidades que conforman un retrato certero de la región. Don Felipe y doña Letizia estuvieron en uno de los barrios más pobres y conflictivos de España, se reunieron con algunos de los empresarios que están luchando por sacar adelante proyectos que mejoren el futuro de la región y, en la capital cordobesa, visitaron algunos de los patios de su casco histórico. Paro y marginación, emprendimiento y talento y riqueza monumental y paisajísticas son tres caras de la realidad que hoy componen una Andalucía con muchos y serios problemas, pero también con una clara voluntad de progreso y que sabe que tiene una marca y un prestigio que la colocan en el pelotón de cabeza de las zonas más atractivas del mundo. De las tres etapas que compusieron la jornada real, sin duda la más significativa y la de mayor carga simbólica fue su recorrido por las Tres Mil Viviendas, un barrio incluido en el Polígono Sur de Sevilla que encabeza año tras año el índice de las zonas con menor renta del país que elabora el Instituto Nacional de Estadística y que es un nido de marginación y violencia donde el narcotráfico y la delincuencia tienen un territorio conquistado. Las Tres Mil es un compendio de todo lo que Andalucía debería, y no logra, dejar atrás para empezar a reducir la profunda brecha de desigualdad entre las regiones españolas. Durante su paseo por la zona los Reyes recibieron muestras de afecto, pero tuvieron que escuchar algunos gritos de "menos caridad y más trabajo". En el Polígono Sur se están haciendo desde hace años muchas actuaciones para dignificar y mejorar la vida de sus habitantes y don Felipe y doña Letizia tuvieron ayer la oportunidad de conocer algunas en primera persona. Pero es tanto lo que queda por hacer que esta cuestión no puede seguir siendo un asunto secundario, como demasiadas veces parece, a la hora de abordar las prioridades de Andalucía. Pero reducir la región sólo a un estereotipo de marginación y pobreza hubiera sido una injusticia inadmisible. Por eso fue un acierto incluir en la visita de los Reyes un encuentro con empresarios, que representan el esfuerzo que se está haciendo para que Andalucía abandone inercias que la anclan al subdesarrollo. Ahora golpeada por la pandemia, la región tiene cada vez una clase empresarial más dinámica y preparada y eso es también parte fundamental de la realidad de Andalucía.

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