Arabia Saudí, un aliado demasiado incómodo

Alemania acaba de suspender la venta de armas a Arabia Saudí, con la intención de que se esclarezca la muerte de Khashoggi

Después de la expulsión de las tropas iraquíes de Kuwait, la comunidad internacional y, en especial, Estados Unidos y los países europeos confiaron en que, como contraprestación, las monarquías del Golfo impulsarían una democratización de sus países. Hubo, al principio, unas tímidas reformas, pero al cabo del tiempo nos encontramos con un caso como el de Jamal Khashoggi, un asesinato probablemente dirigido por las más altas instancias de Arabia Saudí. Este país árabe se ha convertido, por este motivo, en un incómodo aliado, no sólo de Estados Unidos, sino de muchos países europeos. La canciller alemana, Angela Merkel, acaba de ordenar que se suspendan las ventas de armas al régimen saudí, y junto con Londres y París han solicitado "hechos" que prueben la última explicación que Arabia Saudí ha dado sobre la muerte del periodista. Aunque en un principio negó la muerte, el hecho de que medios de comunicación de Turquía sostengan que tienen una grabación del momento del asesinato y el posterior descuartizamiento del cuerpo, ha llevado al régimen a explicar que Khashoggi murió en una pelea dentro del consulado, aunque sigue sin admitir que se deshizo del cuerpo y lo escondió. Debe saberse toda la verdad y deben devolver el cuerpo. Para España, Arabia Saudí también ha sido un buen aliado comercial y político, pero este tipo de extremos no se pueden consentir. Como se supo con motivo del encargo de varias corbetas a los astilleros de Navantia en San Fernando, fue Estados Unidos el que consiguió que el Ministerio de Defensa vendiese armamento del propio Ejército español a los saudíes para ayudarle en la guerra de Yemen. La torpeza de la ministra de Defensa, que quiso anular la venta sin consultar con el resto de los ministerios, no resta importancia a esta problemática relación. Es cierto que España nunca ha pedido, a cambio, una apertura de este régimen de corte medieval, pero hay que permanecer con nuestros aliados europeos y con el Congreso de los Estados Unidos, en el sentido de presionar a los gobernantes para que se aclare este asesinato y se den pasos decisivos para implantar la libertad de expresión en Arabia Saudí, que fue una de las últimas peticiones de Khashoggi. No se trata de romper con estos aliados pero, como ha subrayado el ministro francés de Exteriores, toda alianza debe estar basada en la verdad. Por su dependencia, España no puede adoptar medidas extraordinarias como las de Alemania, pero tiene que estar con los europeos a la hora de solicitar la total transparencia en este caso.

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